El ayuntamiento de Santiago de Guatemala (hoy Antigua Guatemala) recibe una carta anunciando que monjas concepcionistas habían iniciado su viaje desde México hacia esa ciudad.

Acuerdan pedir envío de concepcionistas aGuatemala:
El 24 de noviembre de 1576 los alcaldes ordinarios de la ciudad de la ciudad de Santiago de los Caballeros de Guatemala se reunieron para acordar que se aprovechara el viaje de Diego Galán a México a recoger a las hijas del presidente Pedro de Villalobos, para que gestionara el permiso para que enviaran algunas monjas de la Inmaculada Concepción a fundar un convento en la entonces nueva ciudad de Santiago de los Caballeros en Guatemala. Por lo tanto, se acordó que el capitán Francisco de Santiago acompañara a Galán en esta misión.1
Conceden autorización eclesiástica:
Tras casi un año de viaje y gestiones, el 11 de noviembre de 1577 se libró la patente del doctor Pedro Moya de Contreras, primera dignidad de la Iglesia de México, permitiendo que fueran monjas concepcionistas a Guatemala a fundar un convento y el 3 de enero de 1578 el ayuntamiento criollo recibió una carta del doctor Moya, avisando que ya habían partido hacia Guatemala las monjas de la Inmaculada Concepción que iban a fundar un convento en la ciuda de Santiago. Ante esto, el ayuntamiento decidió que el alcalde Juan Rodríguez Cabrillo de Medrano fue el encargado de partir al encuentra de las religiosas para llevarles «regalos y refrescos«.2
Finalmente llegan las monjas concepcionistas:
Tras un largo viaje, finalmente llegaron a la ciudad de Santiago las monjas Sor Catarina Bautista, Sor Elena de la Cruz, Sor Inés de los Reyes y Sor Juana de San Francisco, quien era la abadesa; y en agradecimiento a su cooperación para que se estableciera el convento concepcionista, el ayuntamiento regaló medio real de agua —es decir, proporcionó servicio de agua gratuito— al capitán Francisco de Santiago.2 La primera monja concepcionista que profesó en la provincia de Guatemala fue Sor María de la Concepción, el 30 de junio de 1579.
Tipos de monjas concepcionistas:
Es conveniente indicar que en la época colonial, la vida monástica era símbolo de status económico, como lo demuestran las características de las monjas en el siglo XVII; ya para entonces había dos tipos de monjas, descalzas y urbanistas, cuyas características eran las siguientes:3
Atributo | Monjas descalzas | Monjas urbanistas |
---|---|---|
Denominación | Recoletas o de vida común | Calzadas o de vida particular |
Costo de ingreso | Ninguno | Dote en especie o una propiedad que produjera réditos para la congregación |
Tipo de vida | De clausura | De clausura |
Rezo | En el coro | En el coro |
Regla de austeridad | Estricta: dependían de la limosna, guardaban silencio en todo momento, excepto para rezar y nunca tomaban chocolate | Relajada: podían tener ingresos y beber chocolate, excepto durante el ayuno |
Habitaciones | Vida en común en salas de recreación de labores. Poseían una celda minúscula que sólo les servía para dormir. | Sin vida en común. Vivían en una celda grande que era prácticamente una casa de reducidas dimensiones. |
Alimentación | Comían juntas en silencio en refectorios. No podían comer carne | Preparaban sus propios alimentos. Les estaba permitido comer carne fuera del ayuno |
Servicio | Realizaban las labores, o se servían del servicio comunitario de la congregación | Podían tener sirvientes personales |
Vestimenta | Ropas austeras de fibras rústicas | Ropajes finos; solían utilizar joyas |
Calzado | Sandalias sencillas | Zapatos o zapatillas |
Atribuciones especiales | Ninguna | Maestras de las niñas encargadas al convento |
Bibliografía:
- Pardo, J. Joaquín (1944). Efemérides de Antigua Guatemala 1541-1779. Guatemala: Unión Tipográfica. p. 15.
- Ibid., p. 16.
- Anchisi de Rodríguez, Coralia (2014). «Sor Juana de Maldonado; reescribiendo su historia». Museo Ixchel, Universidad Francisco Marroquín (Guatemala). Archivado desde el original el 23 de diciembre de 2014.