Cuando Fue La Toma Del Palacio De Justicia
Elvira Olguin
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Contents
- 1 ¿Cuánto tiempo duró la toma del Palacio de Justicia?
- 2 ¿Cuándo toman el Palacio de Justicia?
- 3 ¿Cuántos soldados murieron en la toma del Palacio de Justicia?
- 4 ¿Dónde ocurrio la toma del Palacio de Justicia?
- 5 ¿Qué pasó en 1985 en Bogotá?
- 6 ¿Qué pasó en la toma y retoma del Palacio de Justicia?
¿Qué pasó en la toma del Palacio de Justicia en 1985?
Hasta el 6 de noviembre de 1985, cuando los guerrilleros del M-19 asaltaron el Palacio de Justicia a sangre y fuego y el ejército irrumpió tras ellos a cañonazos, provocando entre los dos la muerte de 11 magistrados de la Corte Suprema y 65 funcionarios y visitantes (así como el incendio del edificio y la destrucción
¿Cuánto tiempo duró la toma del Palacio de Justicia?
El 6 de noviembre de 1985, mientras el país enfrentaba los embates del narcoterrorismo, la otra guerra, la del Estado contra las guerrillas, se instaló por dos días en plena Plaza Bolívar en Bogotá, en el corazón del poder en Colombia. Fueron 28 horas de horror durante las cuales el Palacio de Justicia, sede de la Corte Suprema y del Consejo de Estado, quedó reducido a escombros por los violentos combates entre Ejército y la guerrilla del M-19, y por los tres incendios que asolaron la edificación durante la toma y la retoma.
(Le puede interesar: En El Dorado fue capturado señalado terrorista ruso del Estado Islámico) Tres días antes del ataque del M-19, la Policía que cuidaba el Palacio de Justicia fue relevada. Hasta hoy, las autoridades militares y policiales de la época no han podido explicar por qué se tomó esa decisión, que facilitó el asalto; más aún cuando había plena certeza de que la guerrilla intentaría atacar a las altas cortes.
El 30 de septiembre de 1985, consta en expedientes judiciales, el tema fue examinado en un consejo de seguridad al que asistieron los directores del DAS, de la Policía y el Ministro de Gobierno. Incluso se envió una carta a la Corte Suprema para advertir sobre las amenazas que pesaban sobre algunos magistrados.
- Un fallo del Consejo de Estado contra la Nación dice que, sin embargo, se retiró la seguridad, “sin que al respecto se encuentre en el proceso justificación o explicación alguna para tomar tan irresponsable determinación”.
- Todo comenzó el miércoles 6 de noviembre de 1985, a las 11:40 de la mañana.
- A esa hora, un camión carpado, Ford 51, se estacionó frente al parqueadero del Palacio de Justicia.
Del vehículo descendieron cerca de 30 guerrilleros del M-19 fuertemente armados y se tomaron la edificación. La toma terminó un día después a las 4:20 de la tarde. (Más notas: Nación debe reparar a hija de Jorge Eliécer Gaitán por calumniarla) El informe de la Comisión de la Verdad sobre los hechos del Palacio de Justicia destaca algunos momentos claves durante la toma: -Dos de los guerrilleros del M-19 se ubicaron en la Secretaría del Consejo de Estado, dos en la Secretaría de la Sección Tercera, dos en la cafetería y una mujer en el cuarto piso.
- De este grupo, al mando de Alfonso Jacquin, se conoce que hacían parte también Irma Franco Pineda (alias ‘Leonor’), Roque, Pilar y Natalia, quienes luego se integrarían a los pelotones y escuadras con responsabilidad táctica en cada uno de los pisos del Palacio.
- El Comando Iván Marino Ospina, que ingresó al Palacio de Justicia para realizar la denominada Operación Antonio Nariño por los Derechos del Hombre, quedó finalmente conformado por 35 guerrilleros (25 hombres y 10 mujeres), seis menos de los contemplados en el plan original.
-Inmediatamente los medios de comunicación, en particular los periodistas de radio que cubrían a diario la Corte, difundieron la “crónica de una toma anunciada”: el M-19 se había tomado el Palacio de Justicia. La información era tan confusa entonces como el desarrollo mismo de los hechos. Incendio durante la toma del Palacio de Justicia, 1985 Foto: Felipe Caicedo / Archivo EL TIEMPO -El Comandante de la XIII Brigada, general Jesús Armando Arias Cabrales, según expresó a la Comisión de la Verdad, coordinó y elaboró el plan operativo de manera coordinada durante 30 minutos y consultó al Comando del Ejército; sus órdenes fueron: reacción inicial a cargo del Batallón Guardia Presidencial, el Batallón de Policía Militar aislaría el área para proteger los edificios gubernamentales, la Escuela de Artillería protegería el área suroriental de la Plaza de Bolívar, el Escuadrón Rincón Quiñones estaría en la carrera 8ª y el Escuadrón de Caballería en la Plaza de Bolívar.
Antes de la 1:00 p.m. del 6 de noviembre, según el relato del coronel (Alfonso) Plazas a la Comisión de la Verdad, ocho unidades blindadas habían llegado a la Plaza de Bolívar. “A partir de ese momento los guerrilleros pasaron de la condición de atacantes a la de defensores, y la fuerza pública asumió la acción ofensiva”.
-El ingreso del primer tanque Urutú, hacia la 1:00 p.m., ubicado frente a la puerta del sótano del Palacio, por la carrera 8ª, fue acompañado por 14 soldados del Batallón Guardia Presidencial, quienes recibieron la orden de entrar protegidos por el tanque.
Seis guerrilleros estaban custodiando el sótano en ese momento. -Hacia las 6:00 o 7:00 p.m. el periodista Yamid Amat recibió la llamada de la ministra Sanín, quien le ordenó interrumpir la transmisión. Ella le dijo que aún cuando no había resolución, era una orden. Él dijo que lo haría si los demás medios lo hacían.
Ella le replicó que si no interrumpía, le ordenaba al Ejército que se tomara la emisora y apagara los transmisores, y le ordenó transmitir un partido de fútbol. -Luego de recibir una lluvia de proyectiles porque con el ruido de los helicópteros habían alertado a los guerrilleros que se apostaron mejor para impedir la entrada, y después de colocar poderosos explosivos, lograron derribar la puerta, pero llegaron al cuarto de máquinas.
Penetraron, entonces, por una claraboya y luego por una escalera de hierro adosada a la pared y fueron recibidos por disparos de los guerrilleros del M-19. -Hubo tres incendios dentro del Palacio el primer día de la toma: dos de menor intensidad y uno que destruyó casi totalmente el edificio y cobró, probablemente, la vida de quienes pudieron haber sobrevivido a los disparos y explosiones en el cuarto piso.
-Hacia las 2:00 a.m. hubo un ensordecedor ruido producido por ametralladoras y rockets disparados desde un tanque contra el frente del Palacio de Justicia. Parecía que el edificio se iba a caer y después hubo silencio total durante algunas horas. -Durante toda la retoma fueron rescatados ciudadanos que estaban dentro del Palacio y llevados a la Casa del Florero, en donde se les interrogaba para establecer si eran guerrilleros.
Allí comenzó un segundo capítulo de violaciones a los derechos humanos de los capturados que aún hoy no ha terminado. (En contexto: Caso Palacio de Justicia: Tribunal confirma condena contra coronel Sánchez) La más reciente condena Hace menos de un mes, el Tribunal Superior de Bogotá resolvió en segunda instancia el proceso contra cinco exmilitares vinculados al delito de desaparición forzada por la retoma del Palacio de Justicia.
En el proceso están los exuniformados Edilberto Sánchez Rubiano, Óscar William Vásquez Rodríguez, Antonio Rubay Jiménez Gómez, Luis Fernando Nieto Velandia y Ferney Ulmardín Causayá Peña. Los magistrados ratificaron la condena de tres de los exmilitares y revocaron la absolución inicial de dos de ellos.
- Fueron sentenciados a 40 años de cárcel.
- Los uniformados que fueron absueltos en primera instancia y condenados por el Tribunal son Luis Fernando Nieto Velandia, Antonio Rubay Jiménez Gómez y Ferney Ulmardín Causayá Peña.
- Ellos fueron encontrados responsables de la desaparición de Irma Franco Pineda, Carlos Augusto Rodríguez Vera y Bernardo Beltrán Hernández.
Mientras que Sánchez Rubiano fue condenado por la desaparición de Carlos Augusto Rodríguez Vera y Bernardo Beltrán Hernández. Y el exmilitar Óscar William Vásquez Rodríguez por el caso de Irma Franco Pineda, Carlos Augusto Rodríguez Vera y Bernardo Beltrán Hernández.
¿Cuál fue el motivo de la toma del Palacio de Justicia?
El recinto judicial fue tomado por el grupo guerrillero M-19, el cual buscaba la comparecencia del presidente de la República argumentando que este le había ‘huído a la paz’
¿Cuándo toman el Palacio de Justicia?
Toma del Palacio de Justicia | |
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Conflicto armado interno en Colombia Parte de Conflicto armado interno de Colombia entre 1974-1990 | |
Helicóptero de la policía desembarcando tropas en la terraza del Palacio de Justicia durante la retoma del edificio | |
Fecha | 6 y 7 de noviembre de 1985 |
Lugar | Palacio de Justicia, Bogotá, Colombia |
¿Quién dio la orden para la toma del Palacio de Justicia?
Los perpetradores del ataque al Palacio – La extradición era uno de los mayores miedos de ‘los extraditables’, el grupo de narcotraficantes liderados por el cruel capo Pablo Escobar, Él, junto a otros líderes terroristas y su ejército de sicarios y servidores, le declararon la guerra frontal al Estado.
- El M-19, reconocido por ser el grupo que ideó y perpetró la toma, trazó el plan para tomarse el Palacio y hacerle un juicio político al presidente Belisario Betancourt’ tras el ‘incumplimiento de los acuerdos del 24 de agosto de 1984’.
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- La Comisión de la Verdad, organismo que investiga los hechos de aquel 6 de noviembre, manifestó que el grupo‘los extraditables ‘, aprovechando el golpe opinión que pretendía dar esa guerrilla, financió el operativo, para aprovechar y pedir la quema de los expedientes de la extradición que reposaban en el edificio.
Aquel miércoles, el ‘eme’, bajo el mando de Andrés Almarales, Alfonso Jacquin y Luis Otero lideraron la operación “Antonio Nariño por los Derechos Humanos “, junto con 32 guerrilleros más. La toma generó rehenes, caos y la respuesta del Ejército y la Policía, en el proceso conocido como la retoma, que originó combates que se extendieron hasta el día siguiente.
El saldo del enfrentamiento entre guerrilla y Fuerza Pública dejó como resultado las imágenes que Colombia y el mundo jamás podrán olvidar : el Palacio en llamas, tanques intentando ingresar a las instalaciones, el estallido de explosivos y la súplica de los magistrados retenidos para un alto al fuego.97 muertos y varios desaparecidos, las consecuencias mortales de aquellas horas de pánico.
Horas de horror y miedo: la retoma El presidente Betancourt se negó a negociar con el grupo subversivo y dio la orden del ‘plan tricolor’, dando instrucción a las autoridades de retomar el edificio y liberar a los rehenes. Cerca de 1000 soldados conformaron el grupo.
- El momento en que los tanques militares entraron en el edificio, derribando todo a su paso, quedó como una de las imágenes símbolo del hecho, el cual fue calificado de holocausto por la Comisión Interamericana de Derechos Humano (CIDH).
- Otro de los recuerdos que tienen los colombianos grabado en su memoria es la voz del magistrado Alfonso Reyes Echandía: ‘ que el presidente de la República de la orden del cese al fuego’, decía en el teléfono, pidiendo el alto de las acciones.
Su petición fue en vano.
- El Palacio de Justicia: ayer y hoy
- El edificio se encuentra en el corazón político de Colombia, junto a la Casa de Nariño, al Congreso de la República y a la Alcaldía de Bogotá, en el centro de la capital del país.
- En el Palacio está la Corte Suprema de Justicia, la más alta instancia judicial o máximo tribunal de la jurisdicción ordinaria en el país, que unifica la jurisprudencia nacional.
En la Corte están todos los jueces llamados a dirimir los conflictos y decidir controversias entre particulares, a partir del derecho, Es además la instancia de cierre de los procesos penales, civiles, agrarios, y de familia. El edificio del Palacio de Justicia, destruido tras 28 horas de combates en ese 6 de noviembre, comenzó su reconstrucción en 1996 con una inversión total de $108.136.000,
La reconstrucción incluyó la reestructuración de la edificación, la renovación de la fachada, acabados y una dotación de 68 despachos de magistrados titulares, dos salas múltiples, cuatro salas plenas, cuatro presidencial, demarcación de helipuerto, tres sótanos para parqueaderos, entre otras modificaciones.
La obra duró 10 años.
- En honor al presidente de la Corte de la época de la toma, el edificio fue renombrado como Palacio de Justicia “Alfonso Reyes Echandía” y se mantiene en la Plaza de Bolivar,
- Aún se mantiene el lema ‘Colombianos, las armas os dieron la independencia, las leyes, la libertad’, como si fuera una guía del camino que ha de tomar el país, para no repetir un holocausto tal, que hoy en día seguimos recordamos con dolor.
- JUAN DAVID CORTÉS L
: 6 de noviembre de 1985: ¿Por qué se tomaron el Palacio de Justicia?
¿Quién tuvo que ver con la toma del Palacio de Justicia?
Archivo Señal Memoria de RTVC. Diseño gráfico: Karen López para Señal Memoria de RTVC 28 horas de zozobra vivió el país, luego de que, sobre las 11:30 a.m. del 6 de noviembre de 1985, la guerrilla urbana del M-19 se tomara el edificio del Palacio de Justicia, ubicado en pleno corazón de la capital, al costado norte de la plaza de Bolívar.
- El hecho dejó un saldo de 94 personas fallecidas, de las cuales solo han podido reconocerse 68.
- A 35 años de este trágico suceso, Señal Memoria se une a la conmemoración que demanda recordar para no olvidar.
- El militante del M-19 Álvaro Fayad fue la persona encargada de planear la toma del Palacio de Justicia en una operación llamada “Antonio Nariño, por los Derechos del Hombre”,
Se demoró seis meses en planearla, tiempo durante el cual militantes de esa guerrilla fueron capturados merodeando el Palacio con planos de la edificación. Además, las Fuerzas Militares y la Sijín habían recibido mensajes anónimos el 16 de octubre de 1985, en los que se anunciaba la ocupación guerrillera.
Sin embargo, hicieron caso omiso a todas las advertencias y por razones aún desconocidas, el día anterior a la toma, fueron retirados veintidós policías que custodiaban el lugar y quedaron, únicamente, seis celadores de una empresa privada a cargo de la seguridad del Palacio. Le puede interesar: M-19: de la guerra a la paz Como lo mostró el Noticiero 24 Horas, en su emisión de las 7:00 p.m.
por la primera cadena, fue así como entre 11:00 a.m. y 11:40 a.m., del 6 de noviembre de 1985, siete militantes del M-19 no tuvieron problema en entrar por la puerta principal, mientras que otros veintiocho entraron en camiones por el parqueadero. Cuando la mayoría de los guerrilleros daban los primeros tiros contra guardias y guardaespaldas desprevenidos en el sótano del Palacio, dos milicianos, que se hicieron pasar por estudiantes de Derecho, se encargaron de tomar los pisos restantes.
Mauricio Gómez (director). Noticiero 24 Horas, Colombia: Noticiero 24 Horas, 1985. Tras la toma, los altos mandos de las Fuerzas Armadas de Colombia decidieron recuperar el Palacio a través de un operativo militar y de inteligencia. De manera infructuosa, agentes del entonces F2 intentaron retomar el edificio.
Ante su frustración, el Ejército Nacional optó por rodear el Palacio con tanquetas, tal como lo podemos apreciar en estas imágenes huérfanas preservadas en el archivo de Señal Memoria: Fragmento, Colombia, 1985. En medio de un tiroteo constante de ambos lados, la radio se encargaba de transmitirle al país lo que estaba ocurriendo, a través de entrevistas a testigos que desde afuera o adentro padecían los trágicos hechos.
- Quizás la voz más recordada sea la del entonces presidente de la Corte Suprema de Justicia, el magistrado Alfonso Reyes Echandía, que en medio del fuego cruzado rogaba para que el gobierno del presidente Belisario Betancourt decretara un cese al fuego.
- Mauricio Gómez (director).
- Noticiero 24 Horas,
- Colombia: Noticiero 24 Horas, 1985.
Sin embargo, la entonces Ministra de Comunicaciones, Noemí Sanín, ordenó parar las entrevistas y sus respectivas publicaciones y, en su lugar, un partido de fútbol sonó en las emisoras, mientras en los televisores se proyectaba el juego Millonarios vs.
- Unión Magdalena.
- Entre tanto, el Ejército Nacional tomó el Museo de la Independencia – Casa del Florero, ubicado al costado nororiental de la plaza de Bolívar, como base de operaciones, por lo que las personas que eran sacadas con vida del Palacio fueron trasladadas hasta el museo para ser interrogadas.
Como lo presentó la serie documental Holocausto del Palacio de Justicia, los militares y la policía creyeron que los guerrilleros se estaban vistiendo de civiles para salir ilesos de la toma o que había milicianos infiltrados que trabajaban en el Palacio.
Por lo tanto, los sobrevivientes fueron vistos como potenciales sospechosos. Como consecuencia, no todos los que fueron llevados al museo aparecieron luego con vida y aún hoy sigue habiendo desaparecidos. Horas después, el presidente de la República, Belisario Betancourt, hizo un comunicado público, donde explicaba las razones por las cuales nunca se dio la orden estatal de alto al fuego.
Germán Gómez Rojas (director). Holocausto del Palacio de Justicia : El silencio de la verdad, Colombia: RTVC, 2015. En contexto: En blanco y negro con Margarita Vidal: Carlos Duplat – Parte II Según los datos del Centro por la Justicia y el Derecho Internacional (CEJIL), durante el transcurso del operativo, 12 personas fueron desaparecidas forzosamente, 4 fueron torturadas y un magistrado auxiliar fue desaparecido y luego ejecutado extrajudicialmente por agentes de la fuerza pública.
Más de 90 personas murieron dentro del Palacio, incluyendo civiles y magistrados, Por estos motivos, en 2014, la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) halló responsable al Estado colombiano de graves violaciones de derechos humanos, poniendo de manifiesto la reacción desproporcionada de las fuerzas de seguridad del país.
Luego de 35 años de este oscuro episodio de la Historia nacional, es mucho lo que falta para el esclarecimiento de los hechos. Si bien veinte años después del “Holocausto del Palacio de Justicia” se creó la Comisión de la Verdad, que se encargó de producir un informe final sobre lo ocurrido durante la toma y retoma del Palacio, aún siguen existiendo muchos vacíos en las investigaciones.
En noviembre de 2015, solo después de 30 años, el Estado colombiano reconoció su responsabilidad y pidió perdón a las víctimas, a través de la figura del entonces presidente de la República Juan Manuel Santos, quien, acatando una sentencia de la CIDH, afirmó que hubo fallas de los agentes del Estado en la retoma del Palacio de Justicia.
A la fecha, solo existe una condena en firme, en contra del general retirado Jesús Armando Arias Cabrales, por la desaparición forzada de 5 de las 12 víctimas, imponiéndose una pena de 36 años de cárcel; mientras la condena en contra del coronel Luis Alfonso Plazas Vega, por la desaparición forzada de Irma Franco y Carlos Rodríguez Vera, de 30 años de cárcel, fue revocada en 2015 por la Corte Suprema de Justicia, poniendo a Plazas Vega en libertad después de permanecer ocho años en prisión.
¿Cuántos soldados murieron en la toma del Palacio de Justicia?
Palacio de Justicia: un suceso en la historia colombiana para no olvidar Este 6 de noviembre se cumplen 37 años del asalto al Palacio de Justicia por parte de la guerrilla del M-19 ocurrido en 1985. El combate entre el grupo subversivo y el Ejército dejó cerca de 100 muertos entre magistrados, militares, policías, civiles y guerrilleros, además de varios desaparecidos.
- Un trágico hecho que dejó una huella imborrable en la historia del país.
- Este hecho sigue polarizando a la opinión pública en torno al perdón y olvido.
- También a cómo se debe actuar y qué no se debe hacer en un conflicto.
- Sin embargo, el llamado “Holocausto del Palacio” ha generado diversas manifestaciones a través del arte, como la literatura, el teatro, la pintura y el cine entre otras.
Adolfo León Atehortúa Cruz, profesor de la Universidad Pedagógica Nacional y doctor en Sociología, se especializa en temas como: seguridad, fuerzas armadas, violencia política y resolución de conflictos. Ha escrito varios libros sobre el Palacio de Justicia.
El primero de ellos lo realizó en compañía de Humberto Vélez y se tituló ‘Militares, guerrilleros y autoridad civil: el caso del Palacio de Justicia’. Una investigación basada en el expediente judicial y en la visión histórica que se tenía de los actores en el conflicto, es decir, la guerrilla del M-19, del poder ejecutivo, representado por el presidente y sus ministros y del legislativo en el congreso.
Te puede interesar: “En el año 2005 con mis alumnos, todos ellos menores de 20 años, encontré que no habían vivido los hechos del Palacio de Justicia y tenían un total desconocimiento del suceso. Por esa razón me reuní con Humberto Vélez y escribimos un nuevo libro que llevó el título ‘Que pasó en el Palacio de Justicia'”, señala.
- El primer término que discute este libro es que no fue una toma sino un asalto por parte del M-19.
- La toma presupone el control, el dominio absoluto de la edificación y sus ocupantes, como sucedió en ‘La toma de la Embajada Dominicana’.
- «Ese es el caso, por ejemplo, del “asalto al cuartel Moncada”, un hito histórico de la revolución cubana.
En el caso del Palacio de Justicia, el asalto fue la realidad. Una realidad monstruosa y amarga por su desenlace y sus resultados. Las Fuerzas Armadas tampoco lograron “tomarse” o “recuperar” el Palacio», asegura. El libro como lo comenta el profesor Atehortúa, básicamente trata de responder algunas preguntas fundamentales que continuamente le hacían sus estudiantes, como por ejemplo ¿Por qué las Fuerzas armadas y particularmente el Ejército respondió de esa forma a la toma del M-19? “Esta pregunta la respondemos con un argumento histórico. Según el historiador hay dos hechos trascendentales que definen la respuesta de los militares a la toma del M-19. El primero es que el M-19 se muestra como un émulo del Ejército en Corinto (Cauca). Cuando se va a firmar la tregua, el M-19 desafía al Ejército quedándose allí indefinidamente.
El segundo es lo que se llamó la Batalla de Yarumales, Corinto (Cauca) cuando el Ejército intenta desalojar al M-19 de aquella zona y este se resiste tomando una posición fija en el sitio. El Ejército Nacional, comenta, no quiso desbaratar al M-19 por cuanto eran sobre todo guerrilleros niños. Para el M-19 habían vencido al Ejército porque, a pesar de su arremetida, no los habían podido mover un solo centímetro del espacio en que se encontraban.
“Este desafío se muestra sociológicamente por el hecho de que ningún ejército puede permitir que otro ejército lo emule. En condición contraria, esto fue lo que llevó a que el Palacio de Justicia se convirtiera en un escenario de guerra y para que el Ejército y las Fuerzas Armadas en general lo vieran como la trampa, la ratonera en donde iba a caer la dirección del M-19.
- Eso también es lo que genera el incendio en el Palacio de Justicia”, asegura.
- Pero ese militarismo también está presente en el M-19″, asegura el profesor Atehortúa porque al mirar la historia de este grupo ellos habían puesto sobre todo en las armas la manera de hacer política.
- Su misma consigna: “Con el pueblo, con las armas, al poder”.
lo decía. Pero siempre los actos armados los habían catapultado ante la opinión nacional. Actos armados intrépidos como la toma de la embajada o el robo de las armas del Cantón Norte. Otra pregunta frecuente es dónde se encontraba el actual presidente Gustavo Petro, quien en su juventud militó en este grupo guerrillero, cuando ocurrieron estos hechos. Según unos de los pocos documentos oficiales de aquel tiempo, el 24 de octubre de 1985, Héctor Borbón, Gustavo Petro y Luis Alberto López fueron capturados y procesados por porte ilegal de armas, es decir 12 días antes de los hechos en el Palacio.
- Petro estuvo detenido y recuperó su libertad a principios de 1987.
- Te puede interesar: El profesor Atehortúa dice que aún faltan elementos importantes por esclarecer, pero no solamente con respecto a las acciones que se llevaron a cabo en el Palacio de Justicia.
- Todavía hay algunas dudas con respecto a los desaparecidos, a la participación de los militares y del presidente de esa época.
“Belisario Betancur que había prometido que en su momento daría una declaración real sobre los hechos, que nos llevó a pensar que estaba en la posibilidad de escribir un libro incluso póstumo, nos lo quedó debiendo. Tuve la oportunidad de hablar sobre esto con el propio Belisario que dijo que en efecto en su debido tiempo él contaría las verdades de lo sucedido en torno a los hechos del Palacio de Justicia.
Pero al parecer desistió de ese propósito”, dice. Sobre el perdón y el olvido, Atehortúa dice que, como todos los hechos de violencia, particularmente en Colombia, el perdón pasa por el conocimiento pleno de la verdad y esta con respecto al Palacio no ha ocurrido. Pasa también por la expresión plena de perdón por parte de los autores.
“Desafortunadamente con respecto al M-19, los responsables directos fallecieron en el Palacio de Justicia o fallecieron después. Digo desafortunadamente porque no tuvieron la oportunidad de expresar ese pedido de perdón como hoy por ejemplo lo hacen las Farc por algunos hechos.
Sobre las lecciones que dejó este nefasto episodio, el historiador cree que para el M-19 generó la necesidad de la negociación, a tal punto que, sin panorama, decidió el secuestro de Álvaro Gómez para propiciar la apertura de una negociación que estuvo dispuesta casi sin pedir nada a cambio, porque comprendió que ya no tenía alternativas de llegar al poder a través de la vía armada y que era necesaria otra posibilidad.
Para las Fuerzas Militares la lección que dejó este suceso es que tenían que preparar militarmente comandos especiales, que se dedicaran a contrarrestar este tipo de acciones. En varios documentos confidenciales del Ejército se pensó en trabajar las lecciones aprendidas y se exploró la necesidad de enfrentar de manera diferente la guerra, según explica Atehortúa.
- El historiador también indicó, que en ese momento quedó claro para el Ejército que era necesario abrir las posibilidades a la paz, al acuerdo, a la negociación con la guerrilla.
- Antes del Palacio de Justicia el Ejército no aceptaba de ninguna manera ningún tipo de negociación “Las lecciones para la sociedad civil, el legislativo y el ejecutivo se resumen en la necesidad de que Colombia no pudiera seguir en este tipo de confrontaciones y de que tuviera que abrirse con sinceridad a la posibilidad de una negociación.
Por supuesto que estas lecciones se aprendieron parcialmente en su momento, pero tampoco fueron asumidas por otros actores y quizá por todo eso, el conflicto que debió terminar su agenda en el siglo XX, continúa en el siglo XXI”, concluye el profesor Adolfo Atehortúa.
¿Qué pasó con los sobrevivientes de la toma del Palacio de Justicia?
Los hechos ocurridos los días 6 y 7 de noviembre de 1985 – Ante la escasa vigilancia del Palacio de Justicia, el 6 de noviembre, entre las 10:30 y las 11:00 de la mañana un grupo de siete personas armadas, vestidas de civil, pertenecientes al M-19 logró ingresar a las instalaciones.
Se dice que la actividad de inteligencia previa por parte de este grupo se desarrolló desde junio de 1985. Dos de los guerrilleros del M-19 se ubicaron en la Secretaría del Consejo de Estado, dos en la Secretaría de la Sección Tercera, dos en la cafetería y una mujer en el cuarto piso. Posteriormente, otro grupo de veintiocho guerrilleros entró en tres carros por el parqueadero del Palacio a sangre y fuego indiscriminado.
El primer grupo se había ubicado en las diferentes oficinas del Palacio y al escuchar los primeros disparos anunció la toma armada por parte del M-19. A partir de la 1:00 p.m. del 6 de noviembre la fuerza pública asumió la acción ofensiva con ocho unidades blindadas y tres helicópteros.
- La sangrienta y prolongada batalla causó numerosas bajas en ambos bandos, dio lugar al primer incendio en el sótano y se caracterizó por el empleo de armas automáticas, bombas y explosivos.
- Con el ingreso de los tanques la situación se recrudeció: dentro del Palacio de Justicia los tanques disparaban continuamente contra los pisos 3º y 4° que no estaban en poder del Ejército; los helicópteros sobrevolaron por el costado norte y había una “lluvia de balas” que penetraba en las oficinas; caían las cortinas y las lámparas, los vidrios se reventaban, se vivía una situación de terror.
Se podía distinguir cuando los tanques iban a disparar, pues había un ruido característico que lo indicaba; se sentía que el cuarto piso iba a caer. Ese bombardeo era continuo. Desde el tercer piso, los rehenes enviaban papeles con mensajes diciendo que estaban allí para que el Ejército los rescatara, pero nadie les ponía atención.
El ingreso de los tanques por el sótano y por la puerta principal del Palacio de Justicia, las explosiones indiscriminadas y los disparos desde fuera y dentro del edificio, todo ello en un lapso muy corto desde el inicio de la violenta toma, determinaron que la situación se tornara en extremo grave y desesperada para quienes se encontraban dentro del palacio.
La guerrilla se concentró en dos puntos principales desde ese momento: uno en el cuarto piso, al mando de Otero, y otro en el tercero, con Almarales al frente. Varios de los rehenes que se encontraban en el tercer piso evocan lo que han coincidido en llamar “la letanía” que el Magistrado Reyes Echandía repetía incesantemente: “¡No disparen, por favor, somos rehenes, soy el Presidente de la Corte!”, y en la respuesta consistente en bombas y disparos provenientes de los tanques que estaban en el primer piso.
Luego de haberse comunicado en varias ocasiones con su hijo Yesid y con el Presidente del Senado y de haber intentado infructuosamente hablar con el Presidente de la República, el país escuchó a través de los medios de comunicación el angustioso y elocuente llamado del presidente de la Corte Suprema de Justicia, Alfonso Reyes Echandía: “¡Que cese el fuego!”.
El primer incendio que se produjo inició entre la 1:00 p.m. y las 2:00 p.m. en el sótano, después de la colocación por parte de guerrilleros del M-19 de cargas explosivas, del ingreso de los tanques y del fuerte enfrentamiento que se dio en esa zona, donde se encontraban estacionados numerosos vehículos, algunos de los cuales resultaron quemados; sin embargo, este incendio no se propagó. Al final no fue posible saber con certeza cómo murieron los rehenes y guerrilleros que se hallaban en el cuarto piso ni el número cierto de personas que allí se encontraban. Se desconoce quiénes fallecieron antes de que las llamas lo consumieran todo, porque de este grupo no sobrevivió ni una sola persona; lo cierto es que los cuerpos se encontraron, en su mayoría, desmembrados, mutilados al parecer por el efecto de las explosiones y casi todos calcinados.
- Según informes técnicos, por lo menos tres de los magistrados (Alfonso Reyes Echandía, Ricardo Medina Moyano y José Eduardo Gnecco Correa) mostraron en sus restos mortales proyectiles de armas que no usó la guerrilla.
- Las llamas y el humo obligaron a los sobrevivientes a refugiarse en el baño ubicado entre los pisos segundo y tercero.
Alrededor de 60 rehenes quedaron hacinados en un reducido espacio de 20 metros cuadrados, sometidos al ruido ensordecedor de los disparos de fusiles, granadas, bombas explosivas, disparos de tanques y rockets producidos desde el exterior, las incomodidades locativas propias de esa infamante situación, el calor, la oscuridad, el hambre, la sed, la sensación de impotencia absoluta, la intensidad del fuego cruzado en el que algunos perdieron la vida y otros fueron heridos, la preocupación por sus seres queridos, la asfixia y la inminencia de la muerte.
Durante todo el tiempo, espontáneamente o por insinuación de los guerrilleros, los rehenes gritaban que eran civiles y pedían al Ejército que no les disparara más. También gritaron a los militares diciéndoles que había heridos, que eran magistrados de la Corte, y la respuesta invariablemente fue una sarta de groserías y nuevos disparos.
En un rincón del baño había una bomba muy grande, fabricada artesanalmente, que parecía ser de inmenso poder. Los rehenes temían que el M-19 decidiera, frente a la gravedad de la situación, detonarla. La bomba, sin embargo, no fue detonada. Alguien tenía un radio en el baño donde escucharon en la noche que estaban transmitiendo un partido de fútbol, por lo que los rehenes pensaron que su situación no le interesaba a nadie.
Hacia las 2:00 a.m. hubo un ensordecedor ruido producido por ametralladoras y rockets disparados desde un tanque contra el frente del Palacio de Justicia. Parecía que el edificio se iba a caer y después hubo silencio total durante algunas horas. Las municiones de los guerrilleros ya eran muy escasas, y en la mañana del 7 de noviembre los tanques empezaron a bombardear nuevamente.
Al amanecer, oyeron en el radio que a las 9:00 a.m. el Presidente de la República, Belisario Betancur, se reuniría con los ministros y también que el Ejército ya tenía totalmente controlado el Palacio y sólo quedaba un reducto guerrillero, por lo que se iniciaría la Operación Rastrillo.
En el baño, además de un total aproximado de 60 rehenes, había inicialmente entre 10 y 12 guerrilleros, incluidas 3 mujeres. Desde el momento en que el Ejército se dio cuenta que en el baño ubicado entre el segundo y el tercer piso había guerrilleros, afinaron la puntería y dispararon hasta el final.
Se incrementó el envío de las granadas de fragmentación, particularmente. Como producto de la violenta e inesperada explosión en la pared oriental del baño, acompañada de ráfagas de disparos desde el exterior, se produjo una inmediata reacción de los guerrilleros que dispararon sus armas contra algunos rehenes que se encontraban en el baño.
En ese momento, los retenidos rogaron a Almarales que los dejara salir, a lo cual se negó inicialmente. Ante las súplicas de los cautivos y en especial las de sus propias compañeras del M-19, accedió a que primero salieran las mujeres. Fue cuando las guerrilleras Irma Franco Pineda y Clara Helena Enciso despojaron de sus prendas de vestir a empleadas judiciales que habían fallecido, se camuflaron entre las rehenes y salieron con ellas.
Después Almarales dijo: “Los que quedamos nos morimos todos”, pero después replicó: “Salgan los heridos”. Finalmente, después de ellos, salieron los demás cautivos. Siete de los rehenes que se encontraban en el baño perdieron la vida dentro del Palacio de Justicia.
- Cuando la evacuación de los rehenes culminó, “el Ejército entró y acabó con los que estaban adentro”.
- Cuando finalmente le fue permitido el ingreso al delegado de la Cruz Roja, con un mensaje de diálogo y cese al fuego, la retoma del Palacio por parte del Ejército ya había llegado a su fin.
- Los rehenes sobrevivientes que lograron salir del Palacio los días 6 y 7 de noviembre fueron trasladados a la Casa del Florero y, posteriormente, en la mayoría de los casos después de ser registrados, interrogados e identificados plenamente por autoridades militares de inteligencia, se les permitió ir a sus residencias o fueron trasladados a centros hospitalarios.
Otros rehenes, denominados “especiales” por la fuerza pública, fueron trasladados al segundo piso de las instalaciones de la Casa del Florero, y posteriormente varios de ellos fueron remitidos a instalaciones militares. Algunas personas, siete de ellas plenamente identificadas como rehenes y una guerrillera, que salieron con vida del Palacio y fueron trasladadas a la Casa del Florero, posteriormente desaparecieron.
¿Cuáles fueron las consecuencias de la toma del Palacio de Justicia?
Este acontecimiento también marcó el fin de las acciones espectaculares que emprendía la guerrilla del M-19 en las grandes ciudades con un contenido simbólico muy fuerte, como la toma de la embajada de República Dominicana, el robo de armas al Cantón Norte o a la Espada de Simón Bolívar.
¿Quién era el comandante del M-19 en la toma del Palacio de Justicia?
Toma del Palacio de Justicia – El 6 y 7 de noviembre de 1985, el M-19 protagonizó la toma del Palacio de Justicia, hecho que aún hoy en día continúa dividiendo a la opinión pública colombiana, sobre los motivos y objetivos de la toma y las responsabilidades sobre los muertos y desaparecidos.
Denominada Operación Antonio Nariño por los Derechos del Hombre, el ‘Comando Iván Marino Ospina’ del M-19 compuesto por 35 guerrilleros al mando de Andrés Almarales y Luis Otero Cifuentes, ocupó con armas y tomó rehenes en el Palacio de Justicia, en la Plaza de Bolívar del centro de Bogotá, exigiendo que se citase al presidente a juicio político por los incumplimientos a los Acuerdos de Corinto en 1984.
La rápida reacción de las FF.MM con el ‘Plan de Defensa Nacional Tricolor 83’ con el uso de 8 blindados ligeros EE-09 cascavel, y del COPES de la Policía Nacional durante la retoma. La toma y la retoma dejan 94 muertos, incluyendo a 11 magistrados de la Corte Suprema de Justicia, debido al fuego cruzado del Ejército Nacional y del M-19.
El incidente continúa sin ser esclarecido totalmente. En años recientes se ha comprobado que civiles que habían salido con vida del edificio fueron torturados, ejecutados y desaparecidos por el Ejército Nacional, hechos por los cuales algunos oficiales y suboficiales han enfrentado juicios, entre ellos el coronel (r) Alfonso Plazas Vega (absuelto en 2015 ) y el general (r) Jesús Armando Arias Cabrales (Condenado a 35 años de prisión en 2011, condena ratificada en 2019 ; quedó en libertad en 2020 al ingresar a la Jurisdicción Especial para la Paz ).
La Corte Interamericana de Derechos Humanos declaró en 2014 responsable al Estado colombiano por “ciertas violaciones de derechos humanos”. Del Comando guerrillero, Clara Helena Enciso logró salir con vida, Irma Franco salió y fue desaparecida, Alfonso Jacquin , Andrés Almarales y William Almonacid salieron con vida y ejecutados.
Tanto Almarales como Almonacid fueron encontrados en el Palacio. Según declaraciones de Jhon Jairo Velásquez alias ‘Popeye’ del Cartel del Medellín y de Carlos Castaño, supuestamente Pablo Escobar había financiado la toma con 2 millones de dólares. En 2020 ante la Comisión de la Verdad exmilitantes del M-19 reconocieron que la toma fue una decisión errada pero que de ninguna manera fue financiada por Escobar, ya que fue un operativo con objetivos políticos de acuerdo al contexto de la guerra, la situación financiera del grupo y a la guerra con el MAS ( Cartel de Medellín ).
La existencia de copias de los expedientes y de las solicitudes de extradición en la cancillería y la embajada americana desvirtúa que la quema de expedientes fuera la razón de la operación guerrillera. En cambio, algunos de los ex miembros del M-19, como familiares de las víctimas han afirmado que la quema de los archivos se debió a una acción deliberada por parte de oficiales de Inteligencia Militar. Álvaro Fayad, Comandante del M-19 entre 1985-1986. Después de la Toma del Palacio de Justicia, se registraron la Tragedia de Armero (el M-19 declaró suspendidas sus operaciones por la tragedia, toda vez que enviaron varios contingentes de guerrilleros desde Antioquia y Cauca en calidad de socorristas y enfermeros por órdenes de Álvaro Fayad y Carlos Pizarro) y los asesinatos de Ricardo Lara Parada (excomandante del ELN), de Oscar William Calvo (comandante político del EPL) y realiza la Toma de Urrao (Antioquia) junto al EPL.
¿Dónde ocurrio la toma del Palacio de Justicia?
Ficha Técnica – Fecha de producción Vie, 06/11/2020 – 12:00 La mañana del 6 de noviembre de 1985, la guerrilla M-19 se tomó el Palacio de Justicia, en la Plaza de Bolívar de Bogotá, a escasos 100 metros del Capitolio Nacional, sede del Congreso, y a 500 de la Casa de Nariño, despacho del Presidente de la República.
El asalto, denominado “Operación Antonio Nariño por los Derechos del Hombre”, tenía como fin hacerle un juicio mediático al presidente Belisario Betancur, a quien este grupo responsabilizaba por haber roto la tregua pactada un año antes en el marco del proceso de paz que el gobierno adelantaba con los grupos guerrilleros.
El M-19 retuvo forzosamente a alrededor de 350 personas, incluyendo a magistrados de la Corte Suprema de Justicia y el Consejo de Estado. Con el fin de liberar a los rehenes y retomar el Palacio, unidades del Ejército y la Policía atacaron el lugar durante las siguientes 28 horas.
- En medio de los combates, murieron 33 guerrilleros, 13 miembros de la fuerza pública y 43 civiles, entre quienes se cuentan 10 magistrados de la Corte Suprema de Justicia y su presidente, Alfonso Reyes Echandía.
- La acción también ha sido objeto de reclamaciones al Estado colombiano por la desaparición de 8 empleados de la cafetería, dos funcionarios y una integrante de la guerrilla, a lo cual se suman denuncias de torturas o ejecuciones cometidas por agentes del Estado contra algunos civiles que fueron rescatados con vida.
Por último, un incendio desatado en horas de la noche, provocó la destrucción del edificio y existen acusaciones mutuas de haber sido provocado para ocultar investigaciones judiciales contra narcotraficantes o militares. Los sucesos violentos del Palacio de Justicia tuvieron un amplio cubrimiento por radio y televisión, a pesar de las restricciones que el gobierno impuso en la noche, para impedir a los noticieros transmitir los sucesos en directo.
- De la misma forma, durante los siguientes 36 años la toma y retoma han sido temas no solo de encendidos debates políticos, sino también de programas periodísticos, documentales, obras de teatro y películas.
- La siguiente es una muestra de algunos de esos documentos audiovisuales conservados por Señal Memoria, cada uno de los cuales narra una parte de la historia que sigue consternando a la sociedad colombiana.
Fecha de publicación original Jue, 05/11/2020 – 08:30 ¿QUE TANTO TE GUSTÓ ESTE CONTENIDO?
¿Qué pasó en el año 1985 en Colombia?
1985 LA SEMANA QUE CAMBIO A COLOMBIA.9 CRONISTAS RECONSTRUYEN 9 INFAUSTOS DIAS EN LOS QUE EL PAIS SE LLENO DE DOLOR 1985 fue un año dramático para la historia de Colombia. En medio del debilitamiento del proceso de paz adelantado por el presidente Belisario Betancur con el M-19 y las Farc, los colombianos atravesaban una profunda crisis de valores producida por el creciente poder del narcotráfico.
El 6 de noviembre un comando guerrillero del M-19 se tomó por asalto el Palacio de Justicia. Eran las 11:20 de la mañana, aproximadamente. De inmediato, como lo cuenta una de las nuevecrónicas de este libro, se inició una especie de comunicación secreta para tratar de detener el horror que se preveía enel ambiente.
En llamadas desde París, Gabriel García Márquez trató de impedir un desenlace que, esa noche, pareció ser una pesadilla cuando millones de colombianos vieron arder la fachada del edificio, y la voz quebrada del presidente de la Corte Suprema de Justicia, Alfonso Reyes Echandía, quien pedía que cesara el fuego de inmediato, fue obviada por los dirigentes del momento.El 13 de noviembre la población de Armero (Tolima) amaneció cubierta de ceniza.
- A pesar de los pronósticos de lo que podía ocurrir, ninguna autoridad dio la orden de evacuar la que hasta entonces era la Capital Blanca del departamento, por sus cultivos de algodón.
- Ese día, a las 9:40 de la noche, se inició la erupción del volcán Nevado del Ruiz que produjouna avalancha que borró una población de aproximadamente cuarenta mil habitantes, en la que fallecieron alrededor de veinticinco mil personas, aunque las cifras exactas son inconstatables.A partir del 6, y hasta el 14 de noviembre, el país se convirtió en un duelo permanente que nos atraviesa hasta hoy, treinta años después.1985.
La semana que cambió a Colombia es un viaje, día por día, de la mano de nueve cronistas, a la intimidad de un momento que revolvió las entrañas de la sociedad: nueve crónicas documentadas sobre un momento en el cual muchos creyeron, una vez más, que la brutal realidad colombiana era insuperable.
¿Qué pasó en 1985 en Bogotá?
Colombia: 30 años después identifican restos de tres desaparecidas en toma del Palacio de Justicia. Uno de los episodios más dramáticos de la historia del país, la toma del Palacio de Justicia en noviembre de 1985, en el que murieron cerca de cien personas, puede estar cerca de aclararse por completo.
¿Qué pasó el 7 de noviembre de 1985 en Colombia?
La toma del Palacio de Justicia acaecida en Bogotá el 6 y 7 de noviembre de 1985, fue perpetrada por un comando de la guerrilla M-19 que irrumpió en el recinto judicial y tomó como rehenes a sus ocupantes. Las fuerzas armadas comandadas por el presidente Belisario Betancur (1982-1986) procedieron a retomar el Palacio con artillería pesada, negándose a negociar la liberación.
Durante el operativo el presidente de la Corte Suprema de Justicia Alfonso Reyes Echandía (1932-1985), retenido en el recinto, exhortó al cese de la incursión armada de parte de las fuerzas estatales pero no hubo diálogo y el ataque continuó durante 28 horas. La operación de retoma fue efectuada desde la Plaza Simón Bolívar y las terrazas de edificios vecinos.
El Museo de la Casa del Florero fue utilizado para comandar la operación, lugar al cual llevaron a los rehenes liberados, algunos de los cuales fueron desaparecidos.
¿Qué pasó en la toma y retoma del Palacio de Justicia?
Balance final – Fue hasta la tarde del 7 de noviembre que el Ejército Nacional logró tomar el control del Palacio de Justicia y se dio a conocer la muerte de Luis Otero y Andrés Almarales, cabecillas del M-19. Esta masacre, catalogada de esta manera por la Corte Penal Internacional, dejó 98 personas asesinadas y 11 desaparecidas.
- Hasta el momento, las autoridades han logrado ubicar a 6 de las 11 personas desaparecidas en el hecho.
- En primer lugar, en octubre de 2015, se identificaron los cuerpos de Lucy Amparo Oviedo Bonilla y Cristina del Pilar Guarín Cortés, quienes trabajaban en la cafetería, y de Luz Mary Portela, visitante del Palacio.
Sus restos fueron encontrados en tumbas de otras personas. También, en 2017, se encontraron los restos de Héctor Jaime Beltrán, quien era empleado de la cafetería del Palacio, en una tumba que tenía el nombre de otra persona, en Barranquilla. Meses después, se identificó el cuerpo de Bernardo Beltrán Hernández, igualmente, empleado del edificio.
¿Cuáles fueron las principales características de la toma del Palacio de Justicia?
El 6 de noviembre de 1985 inició la toma del Palacio de Justicia, duró 28 horas y dividió la historia de Colombia. En 1985 Bogotá fue el epicentro de un evento devastador, la toma del Palacio de Justicia también conocida como la Operación Antonio Nariño por los Derechos del Hombre,
El miércoles 6 de noviembre a las 11:30 a.m. ingresó un grupo de guerrilleros del M-19 al Palacio de Justicia, el cual está ubicado en el costado norte de la plaza de Bolívar, El M-19 tuvo aproximadamente 350 rehenes, entre magistrados, servidores judiciales, consejeros de Estado, visitantes y empleados del Palacio de Justicia, luego del ingreso de este grupo, la Policía Nacional y el Ejército Colombiano comenzaron una operación para retomar el Palacio que se prolongó hasta el 7 de noviembre.
En total fueron 28 horas en las que el M-19, la Policía Nacional y el Ejército se enfrentaron, en total hubo 98 muertos, entre los cuales 11 eran magistrados, otros 11 fueron considerados como desaparecidos; sin embargo en el año 2000 esta cifra disminuyó a 6.
- Según los datos del Centro por la Justicia y el Derecho Internacional (CEJIL), durante el transcurso del operativo, 12 personas fueron desaparecidas forzosamente, 4 fueron torturadas y un magistrado auxiliar fue desaparecido y luego ejecutado extrajudicialmente por agentes de la fuerza pública.
- El motivo por el que el M-19 ingresó al Palacio de Justicia es porque denunciaban que meses atrás el ejército había incumplido el cese al fuego, luego de que según ellos, el gobierno de Belisario Betancur Cuartas incumpliera los Acuerdos de Corinto firmados el 24 de agosto de 1984.
Recordamos algunos datos sobre este fatídico hecho:
¿Qué se hace en el Palacio de la Justicia?
Consejo de Estado – El Consejo de Estado tiene la facultad de darle nulidad por inconstitucionalidad a los decretos dictados por el Gobierno Nacional que no sean de competencia de la Corte Constitucional, a los casos de pérdida de investidura de los congresistas.
¿Cuál es el Palacio de Justicia?
Edificio público donde se ubican las dependencias judiciales.
¿Cuáles fueron las consecuencias de la toma del Palacio de Justicia?
Este acontecimiento también marcó el fin de las acciones espectaculares que emprendía la guerrilla del M-19 en las grandes ciudades con un contenido simbólico muy fuerte, como la toma de la embajada de República Dominicana, el robo de armas al Cantón Norte o a la Espada de Simón Bolívar.
¿Qué pasó con los sobrevivientes de la toma del Palacio de Justicia?
Los hechos ocurridos los días 6 y 7 de noviembre de 1985 – Ante la escasa vigilancia del Palacio de Justicia, el 6 de noviembre, entre las 10:30 y las 11:00 de la mañana un grupo de siete personas armadas, vestidas de civil, pertenecientes al M-19 logró ingresar a las instalaciones.
- Se dice que la actividad de inteligencia previa por parte de este grupo se desarrolló desde junio de 1985.
- Dos de los guerrilleros del M-19 se ubicaron en la Secretaría del Consejo de Estado, dos en la Secretaría de la Sección Tercera, dos en la cafetería y una mujer en el cuarto piso.
- Posteriormente, otro grupo de veintiocho guerrilleros entró en tres carros por el parqueadero del Palacio a sangre y fuego indiscriminado.
El primer grupo se había ubicado en las diferentes oficinas del Palacio y al escuchar los primeros disparos anunció la toma armada por parte del M-19. A partir de la 1:00 p.m. del 6 de noviembre la fuerza pública asumió la acción ofensiva con ocho unidades blindadas y tres helicópteros.
- La sangrienta y prolongada batalla causó numerosas bajas en ambos bandos, dio lugar al primer incendio en el sótano y se caracterizó por el empleo de armas automáticas, bombas y explosivos.
- Con el ingreso de los tanques la situación se recrudeció: dentro del Palacio de Justicia los tanques disparaban continuamente contra los pisos 3º y 4° que no estaban en poder del Ejército; los helicópteros sobrevolaron por el costado norte y había una “lluvia de balas” que penetraba en las oficinas; caían las cortinas y las lámparas, los vidrios se reventaban, se vivía una situación de terror.
Se podía distinguir cuando los tanques iban a disparar, pues había un ruido característico que lo indicaba; se sentía que el cuarto piso iba a caer. Ese bombardeo era continuo. Desde el tercer piso, los rehenes enviaban papeles con mensajes diciendo que estaban allí para que el Ejército los rescatara, pero nadie les ponía atención.
El ingreso de los tanques por el sótano y por la puerta principal del Palacio de Justicia, las explosiones indiscriminadas y los disparos desde fuera y dentro del edificio, todo ello en un lapso muy corto desde el inicio de la violenta toma, determinaron que la situación se tornara en extremo grave y desesperada para quienes se encontraban dentro del palacio.
La guerrilla se concentró en dos puntos principales desde ese momento: uno en el cuarto piso, al mando de Otero, y otro en el tercero, con Almarales al frente. Varios de los rehenes que se encontraban en el tercer piso evocan lo que han coincidido en llamar “la letanía” que el Magistrado Reyes Echandía repetía incesantemente: “¡No disparen, por favor, somos rehenes, soy el Presidente de la Corte!”, y en la respuesta consistente en bombas y disparos provenientes de los tanques que estaban en el primer piso.
Luego de haberse comunicado en varias ocasiones con su hijo Yesid y con el Presidente del Senado y de haber intentado infructuosamente hablar con el Presidente de la República, el país escuchó a través de los medios de comunicación el angustioso y elocuente llamado del presidente de la Corte Suprema de Justicia, Alfonso Reyes Echandía: “¡Que cese el fuego!”.
El primer incendio que se produjo inició entre la 1:00 p.m. y las 2:00 p.m. en el sótano, después de la colocación por parte de guerrilleros del M-19 de cargas explosivas, del ingreso de los tanques y del fuerte enfrentamiento que se dio en esa zona, donde se encontraban estacionados numerosos vehículos, algunos de los cuales resultaron quemados; sin embargo, este incendio no se propagó. Al final no fue posible saber con certeza cómo murieron los rehenes y guerrilleros que se hallaban en el cuarto piso ni el número cierto de personas que allí se encontraban. Se desconoce quiénes fallecieron antes de que las llamas lo consumieran todo, porque de este grupo no sobrevivió ni una sola persona; lo cierto es que los cuerpos se encontraron, en su mayoría, desmembrados, mutilados al parecer por el efecto de las explosiones y casi todos calcinados.
Según informes técnicos, por lo menos tres de los magistrados (Alfonso Reyes Echandía, Ricardo Medina Moyano y José Eduardo Gnecco Correa) mostraron en sus restos mortales proyectiles de armas que no usó la guerrilla. Las llamas y el humo obligaron a los sobrevivientes a refugiarse en el baño ubicado entre los pisos segundo y tercero.
Alrededor de 60 rehenes quedaron hacinados en un reducido espacio de 20 metros cuadrados, sometidos al ruido ensordecedor de los disparos de fusiles, granadas, bombas explosivas, disparos de tanques y rockets producidos desde el exterior, las incomodidades locativas propias de esa infamante situación, el calor, la oscuridad, el hambre, la sed, la sensación de impotencia absoluta, la intensidad del fuego cruzado en el que algunos perdieron la vida y otros fueron heridos, la preocupación por sus seres queridos, la asfixia y la inminencia de la muerte.
Durante todo el tiempo, espontáneamente o por insinuación de los guerrilleros, los rehenes gritaban que eran civiles y pedían al Ejército que no les disparara más. También gritaron a los militares diciéndoles que había heridos, que eran magistrados de la Corte, y la respuesta invariablemente fue una sarta de groserías y nuevos disparos.
En un rincón del baño había una bomba muy grande, fabricada artesanalmente, que parecía ser de inmenso poder. Los rehenes temían que el M-19 decidiera, frente a la gravedad de la situación, detonarla. La bomba, sin embargo, no fue detonada. Alguien tenía un radio en el baño donde escucharon en la noche que estaban transmitiendo un partido de fútbol, por lo que los rehenes pensaron que su situación no le interesaba a nadie.
- Hacia las 2:00 a.m.
- Hubo un ensordecedor ruido producido por ametralladoras y rockets disparados desde un tanque contra el frente del Palacio de Justicia.
- Parecía que el edificio se iba a caer y después hubo silencio total durante algunas horas.
- Las municiones de los guerrilleros ya eran muy escasas, y en la mañana del 7 de noviembre los tanques empezaron a bombardear nuevamente.
Al amanecer, oyeron en el radio que a las 9:00 a.m. el Presidente de la República, Belisario Betancur, se reuniría con los ministros y también que el Ejército ya tenía totalmente controlado el Palacio y sólo quedaba un reducto guerrillero, por lo que se iniciaría la Operación Rastrillo.
- En el baño, además de un total aproximado de 60 rehenes, había inicialmente entre 10 y 12 guerrilleros, incluidas 3 mujeres.
- Desde el momento en que el Ejército se dio cuenta que en el baño ubicado entre el segundo y el tercer piso había guerrilleros, afinaron la puntería y dispararon hasta el final.
Se incrementó el envío de las granadas de fragmentación, particularmente. Como producto de la violenta e inesperada explosión en la pared oriental del baño, acompañada de ráfagas de disparos desde el exterior, se produjo una inmediata reacción de los guerrilleros que dispararon sus armas contra algunos rehenes que se encontraban en el baño.
- En ese momento, los retenidos rogaron a Almarales que los dejara salir, a lo cual se negó inicialmente.
- Ante las súplicas de los cautivos y en especial las de sus propias compañeras del M-19, accedió a que primero salieran las mujeres.
- Fue cuando las guerrilleras Irma Franco Pineda y Clara Helena Enciso despojaron de sus prendas de vestir a empleadas judiciales que habían fallecido, se camuflaron entre las rehenes y salieron con ellas.
Después Almarales dijo: “Los que quedamos nos morimos todos”, pero después replicó: “Salgan los heridos”. Finalmente, después de ellos, salieron los demás cautivos. Siete de los rehenes que se encontraban en el baño perdieron la vida dentro del Palacio de Justicia.
- Cuando la evacuación de los rehenes culminó, “el Ejército entró y acabó con los que estaban adentro”.
- Cuando finalmente le fue permitido el ingreso al delegado de la Cruz Roja, con un mensaje de diálogo y cese al fuego, la retoma del Palacio por parte del Ejército ya había llegado a su fin.
- Los rehenes sobrevivientes que lograron salir del Palacio los días 6 y 7 de noviembre fueron trasladados a la Casa del Florero y, posteriormente, en la mayoría de los casos después de ser registrados, interrogados e identificados plenamente por autoridades militares de inteligencia, se les permitió ir a sus residencias o fueron trasladados a centros hospitalarios.
Otros rehenes, denominados “especiales” por la fuerza pública, fueron trasladados al segundo piso de las instalaciones de la Casa del Florero, y posteriormente varios de ellos fueron remitidos a instalaciones militares. Algunas personas, siete de ellas plenamente identificadas como rehenes y una guerrillera, que salieron con vida del Palacio y fueron trasladadas a la Casa del Florero, posteriormente desaparecieron.
¿Qué pasó en la toma y retoma del Palacio de Justicia?
Balance final – Fue hasta la tarde del 7 de noviembre que el Ejército Nacional logró tomar el control del Palacio de Justicia y se dio a conocer la muerte de Luis Otero y Andrés Almarales, cabecillas del M-19. Esta masacre, catalogada de esta manera por la Corte Penal Internacional, dejó 98 personas asesinadas y 11 desaparecidas.
Hasta el momento, las autoridades han logrado ubicar a 6 de las 11 personas desaparecidas en el hecho. En primer lugar, en octubre de 2015, se identificaron los cuerpos de Lucy Amparo Oviedo Bonilla y Cristina del Pilar Guarín Cortés, quienes trabajaban en la cafetería, y de Luz Mary Portela, visitante del Palacio.
Sus restos fueron encontrados en tumbas de otras personas. También, en 2017, se encontraron los restos de Héctor Jaime Beltrán, quien era empleado de la cafetería del Palacio, en una tumba que tenía el nombre de otra persona, en Barranquilla. Meses después, se identificó el cuerpo de Bernardo Beltrán Hernández, igualmente, empleado del edificio.
¿Quién era el comandante del M-19 en la toma del Palacio de Justicia?
Toma del Palacio de Justicia – El 6 y 7 de noviembre de 1985, el M-19 protagonizó la toma del Palacio de Justicia, hecho que aún hoy en día continúa dividiendo a la opinión pública colombiana, sobre los motivos y objetivos de la toma y las responsabilidades sobre los muertos y desaparecidos.
Denominada Operación Antonio Nariño por los Derechos del Hombre, el ‘Comando Iván Marino Ospina’ del M-19 compuesto por 35 guerrilleros al mando de Andrés Almarales y Luis Otero Cifuentes, ocupó con armas y tomó rehenes en el Palacio de Justicia, en la Plaza de Bolívar del centro de Bogotá, exigiendo que se citase al presidente a juicio político por los incumplimientos a los Acuerdos de Corinto en 1984.
La rápida reacción de las FF.MM con el ‘Plan de Defensa Nacional Tricolor 83’ con el uso de 8 blindados ligeros EE-09 cascavel, y del COPES de la Policía Nacional durante la retoma. La toma y la retoma dejan 94 muertos, incluyendo a 11 magistrados de la Corte Suprema de Justicia, debido al fuego cruzado del Ejército Nacional y del M-19.
- El incidente continúa sin ser esclarecido totalmente.
- En años recientes se ha comprobado que civiles que habían salido con vida del edificio fueron torturados, ejecutados y desaparecidos por el Ejército Nacional, hechos por los cuales algunos oficiales y suboficiales han enfrentado juicios, entre ellos el coronel (r) Alfonso Plazas Vega (absuelto en 2015 ) y el general (r) Jesús Armando Arias Cabrales (Condenado a 35 años de prisión en 2011, condena ratificada en 2019 ; quedó en libertad en 2020 al ingresar a la Jurisdicción Especial para la Paz ).
La Corte Interamericana de Derechos Humanos declaró en 2014 responsable al Estado colombiano por “ciertas violaciones de derechos humanos”. Del Comando guerrillero, Clara Helena Enciso logró salir con vida, Irma Franco salió y fue desaparecida, Alfonso Jacquin , Andrés Almarales y William Almonacid salieron con vida y ejecutados.
Tanto Almarales como Almonacid fueron encontrados en el Palacio. Según declaraciones de Jhon Jairo Velásquez alias ‘Popeye’ del Cartel del Medellín y de Carlos Castaño, supuestamente Pablo Escobar había financiado la toma con 2 millones de dólares. En 2020 ante la Comisión de la Verdad exmilitantes del M-19 reconocieron que la toma fue una decisión errada pero que de ninguna manera fue financiada por Escobar, ya que fue un operativo con objetivos políticos de acuerdo al contexto de la guerra, la situación financiera del grupo y a la guerra con el MAS ( Cartel de Medellín ).
La existencia de copias de los expedientes y de las solicitudes de extradición en la cancillería y la embajada americana desvirtúa que la quema de expedientes fuera la razón de la operación guerrillera. En cambio, algunos de los ex miembros del M-19, como familiares de las víctimas han afirmado que la quema de los archivos se debió a una acción deliberada por parte de oficiales de Inteligencia Militar. Álvaro Fayad, Comandante del M-19 entre 1985-1986. Después de la Toma del Palacio de Justicia, se registraron la Tragedia de Armero (el M-19 declaró suspendidas sus operaciones por la tragedia, toda vez que enviaron varios contingentes de guerrilleros desde Antioquia y Cauca en calidad de socorristas y enfermeros por órdenes de Álvaro Fayad y Carlos Pizarro) y los asesinatos de Ricardo Lara Parada (excomandante del ELN), de Oscar William Calvo (comandante político del EPL) y realiza la Toma de Urrao (Antioquia) junto al EPL.