Que Significa Llorar De La Nada? - [Ideas] HoyHistoriaGT Hoy en la Historia de Guatemala

Que Significa Llorar De La Nada?

Que Significa Llorar De La Nada
¿Por qué tengo ganas de llorar sin motivo? – Si tienes ganas de llorar por todo y no sabes por qué, lo primero que debes preguntarte es si es algo pasajero o algo que lleva produciéndose demasiado tiempo. Si es los segundo, podríamos estar hablando de que detrás de esas lágrimas aparentemente sin motivo se esconden trastornos psicológicos mayores, como la depresión, el estrés o la ansiedad.

Vamos a hablar por separado de estas tres patologías: Depresión La depresión es un trastorno del ánimo muy común, que no conviene banalizar confundiéndolo con tristeza pasajera. La realidad es que sentir pena o aflicción ante determinadas situaciones es completamente normal, pero la depresión va mucho más allá.

Una de las señales más características de que podemos estar sufriendo este trastorno es el llorar sin motivo, además de sentir una sensación de vacío, desesperanza y apatía. Estrés Las lágrimas “sin motivo” pueden estar provocadas por estar viviendo una gran situación de estrés, sin ser plenamente conscientes de ello.

A veces es nuestro propio cuerpo quien nos manda frenar un poco aunque nuestro cerebro crea que podemos con todo. Todos pasamos por etapas difíciles, ya sea porque tenemos un trabajo demasiado exigente, estamos preparando una oposición, tenemos hijos pequeños que no nos dejan dormir por la noche o cualquier otro motivo similar puede hacernos acumular una gran cantidad de agobio y estrés que necesitamos liberar de alguna manera.

Ansiedad Es frecuente utilizar las palabras estrés y ansiedad juntas e incluso como sinónimos, pero en verdad existen matices importantes que diferencian ambas patologías. El estrés es una reacción temporal de nuestro cuerpo que sentimos cuando algo nos sobrepasa, mientras que la ansiedad es una enfermedad que se suele prolongar en el tiempo y si no se trata a tiempo puede convertirse en crónica.

¿Por qué se llora de la nada?

​​​​​​​​​​Por tristeza, alegría o cualquier emoción fuerte; porque hay algo irritante cerca o simplemente porque son necesarias: las lágrimas en el cuerpo humano son tan comunes como respirar. ¡Entérate aquí porqué lloramos!​ – Pregunta:​ Ana Isabel Blanco Ugarriza, 13 años y Simón Pérez Pérez. Las lágrimas tienen diferentes significados y también están compuestas por sustancias como enzimas, aceites y anticuerpos, pero, a su vez cada una tiene otros componentes específicos para su función. Esto se da para suplir ciertas necesidades que tenemos como seres humanos.

Lloramos para comunicarnos, equilibrar nuestra salud y emociones y para mantener sanos nuestros ojos. Desde bebés, cuando nacemos, un llanto incontrolable nos domina. Este cumple con la primera función: comunicarnos. En nuestros primeros años de vida nos hacemos entender es complicado por la barrera del lenguaje, así que el primer mecanismo que implementamos son las lágrimas.

Son la mejor forma de hacernos oír e intentar reflejar qué es lo que necesitamos : dormir, comer, entre otras. Al crecer, las lágrimas adquieren más significados. En realidad, todos los día aunque no nos demos cuenta lloramos un poco. Estas lágrimas son conocidas como Basales,

  1. Son las que nos ayudan a mantener nuestros ojos húmedos y limpios.
  2. Te invitamos a ver el siguiente video de TED-Ed:​ Lessons worth sharing, donde ​​explican muchas más cosas sobre por qué y cómo lloramos cuando estamos en diferentes situaciones.
  3. ¡No te lo pierdas! ​ Otro tipo de lágrimas son las de reflejo,

Estas aparecen cuando algunos olores muy fuertes irritan nuestros ojos. Por eso su función es crear una capa que proteja el iris de estos agentes extraños y fuertes. Por lo general cuando aparecen son incontrolables y en gran cantidad. Un ejemplo de esto es cuando pelamos una cebolla.

  • Su olor es tan fuerte que causa que los ojos se enrojescan y se pongan acuosos.
  • Por último, las lágrimas que en un principio generamos como mecanismo de comunicación ya no solo las producimos para dar a conocer nuestras necesidades, sino también para expresarnos, liberar el cuerpo de estrés y ayudar a equilibrar nuestras emociones.

Estás lágrimas se conocen como emocionales y nos ayudan a entender y responder por qué lloramos cuando estamos tristes. ​​ Las lágrimas emocionales contienen ciertos tipos de hormonas como la leucina encefalina, la cual es un calmante natural que produce el cuerpo. ​

¿Cuándo tienes ansiedad te dan ganas de llorar?

Llorar en un ataque de ansiedad – Durante una crisis de ansiedad, es normal que te entren ganas de llorar, junto con otros de los síntomas que hemos mencionado antes como los gritos. Se trata de un mecanismo que tiene el cuerpo para liberar la tensión y el estrés que te ha llevado a esta situación.

¿Qué significa llorar con facilidad?

Si cuando ves que otras personas sufren te sientes aludida y esbozas una lágrima, significa que tu grado de empatía es alto. Este síntoma externo, llorar con cierta facilidad ante las injusticias y los sinsabores de la vida propia o ajena no se queda ahí, sino que denota un proceso mental que significa que te vinculas emocional y personalmente con los problemas, y eso puede resultar un argumento muy favorable para revertirse en una actitud resiliente.

Lo importante para asumir retos y mover nuestra vida, o favorecer que los demás lo hagan, es darse por aludido y dar un paso al frente. Sentirnos en el deber y en la obligación de cambiar las cosas. Sin embargo, uno de los males más comunes de nuestra sociedad es la inacción, creer que los problemas de los demás no nos competen y que, incluso los nuestros, se podrán solucionar aun no haciendo nada por superarlos.

Ser una persona sensible y emocional puede estar mal visto, podría denotar que somos débiles y que podríamos acobardarnos con cada reto o dificultad. Sin embargo, la realidad puede ser completamente diferente. ¿Qué fuerza mueve realmente a alguien que llora al contemplar un drama? Está empatizando, está haciendo acopio de argumentos, emociones y razones para, después de esbozar esa lágrima, enjugársela y cambiar las cosas.

¿Cómo se le llama a una persona que llora con facilidad?

El síndrome pseudobulbar es una enfermedad que se caracteriza por episodios de risa o llanto repentinos, descontrolados y fuera de lugar.

¿Cómo se le llama a estar triste sin razón aparente?

La depresión es una enfermedad que puede afectar a cualquier ser humano. Se caracteriza por un cambio en el estado de ánimo, en el comportamiento o en la forma de pensar. La depresión puede llegar a perjudicar las funciones mentales y físicas de quien la padece.

¿Qué hacer si lloro por cualquier cosa?

Recomendaciones – En estos casos también suele ser recomendable asistir a psicoterapia si es posible, pero el núcleo del problema está sobre todo en lo social o en el entorno material en el que se vive. Ante la duda, es mejor ir a psicoterapia y que los profesionales evalúen la situación.

  • En última instancia, solo los terapeutas cualificados pueden realizar un diagnóstico, así que debes evitar dar por supuesto que has desarrollado un trastorno si nadie lo ha diagnosticado.
  • Si habitualmente te preguntas: ¿Por qué lloro por todo? y crees que lloras demasiado a menudo y te gustaría contar con apoyo profesional, te invitamos a visitar a nuestro equipo de psicólogos,

Nuestra Terapia Psicológica

¿Cuáles son los primeros síntomas de la depresión?

Page 8 – La depresión es una enfermedad común pero grave que interfiere con la vida diaria, con la capacidad para trabajar, dormir, estudiar, comer y disfrutar de la vida. La depresión es causada por una combinación de factores genéticos, biológicos, ambientales y psicológicos.

  1. Algunas investigaciones indican que el riesgo genético para la depresión es el resultado de la influencia de varios genes que actúan junto con factores ambientales y otros factores de riesgo.
  2. Algunos tipos de depresión tienden a darse en familias.
  3. Sin embargo, la depresión también puede ocurrir en personas sin antecedentes familiares de depresión.

No todas las personas con enfermedades depresivas experimentan los mismos síntomas. La gravedad, frecuencia y duración de los síntomas varían dependiendo de la persona y su enfermedad en particular.

La depresión es una enfermedad que se caracteriza por una tristeza persistente y por la pérdida de interés en las actividades con las que normalmente se disfruta, así como por la incapacidad para llevar a cabo las actividades cotidianas, durante al menos dos semanas. Las personas con depresión suelen presentar varios de los siguientes síntomas: pérdida de energía; cambios en el apetito; necesidad de dormir más o menos de lo normal; ansiedad; disminución de la concentración; indecisión; inquietud; sentimiento de inutilidad, culpabilidad o desesperanza; y pensamientos de autolesión o suicidio. La depresión no es un signo de debilidad. Se puede tratar con terapia o intervención psicológica, con medicación antidepresiva o con una combinación de ambos métodos. Las personas expuestas a violencia frecuentemente experimentan una variedad de reacciones que incluye: ansiedad, estrés, frustración, temor, irritabilidad, enojo, dificultad de concentrarse, pérdida del apetito y pesadillas.

La depresión es una condición comórbida frecuente que complica la búsqueda de ayuda y la adherencia al tratamiento y afecta el pronóstico. Existe evidencia de que la depresión predispone al ataque cardíaco y la diabetes, lo que a su vez aumenta la probabilidad de padecer depresión.

Muchos factores de riesgo, como el bajo nivel socioeconómico, el consumo de alcohol y el estrés son comunes a los trastornos mentales y a otras enfermedades no transmisibles. El Programa de Salud Mental (SM) promueve, coordina e implementa actividades de cooperación técnica dirigidas a fortalecer las capacidades nacionales para desarrollar politicas, planes, programas y servicios, contribuyendo a promover la salud mental, reducir la carga que significan las enfermedades psíquicas, prevenir las discapacidades y desarrollar la rehabilitación.

La Organización Panamericana de la Salud (OPS) y sus Estados Miembros adoptaron el Plan de Acción sobre Salud Mental para orientar las intervenciones de salud mental en las Américas de 2015 a 2020. Los trastornos mentales y de abuso de sustancias son muy frecuentes, contribuyen de manera importante a la morbilidad, la discapacidad, las lesiones y la mortalidad prematura, y aumentan el riesgo de otras afecciones médicas.

¿Cuánto es lo normal de llorar?

Una forma de comunicación – Charles Darwin sostenía que las lágrimas psíquicas o las que responden a la emoción, no tienen ningún propósito. Para él, las lágrimas en general tenían un sólo propósito: proteger el ojo, Fuente de la imagen, Thinkstock Pie de foto, Hay tres tipos de lágrimas, un tipo para lubricar el ojo, otro para proteger de irritantes y un tercer tipo que responde a las emociones.

Sin embargo, Claudia Hammond, autora del libro ” Emotional Roller Coaster ” o “Torbellino Emocional”, señala que hoy en día los psicólogos piensan que las lágrimas psíquicas sí tienen un propósito, aunque hay un debate en relación a cuál exactamente es. “Muchos psicólogos piensan que es una forma de comunicación y que si lloras, usualmente la gente simpatiza contigo, o si te están maltratando, llorar les hace saber que están yendo demasiado lejos”, explica Hammond, de la Unidad de Ciencia de la BBC.

Y hay evidencias de que dar una buena llorada tiene efectos positivos en la salud mental, En 2015, el psicólogo holandés Ad Vingerhoets, de la universidad de Tilburg, en Holanda, le pidió a un grupo de voluntarios que llenaran formularios explicando cómo se sentían antes de mirar dos películas muy emotivas.

Posteriormente llenaron el mismo formulario inmediatamente después de mirar el filme, 20 minutos después y dos horas después. Los resultados fueron muy claros. Quienes no lloraron, no reportaron ningún cambio en su estado psíquico. Los que sí, señalaron que su estado de ánimo había mejorado significativamente.

Pie de foto, Llorar es la principal forma de comunicación de un bebé. En otras palabras, llorar había tenido un efecto catártico, Ese es otro ejemplo de cómo la gente se siente mejor después de una buena llorada. Los estudios señalan que sollozar tiene efectos inmediatos en el cuerpo.

Todo nuestro cuerpo siente el efecto, los latidos del corazón se aceleran, las venas y arterias se dilatan, el cuerpo suda más y el ritmo respiratorio se desacelera”, señala Adam Rutherford. Todo esto ocurre porque el sistema nervioso simpático, el mismo que nos prepara para la acción o que responde ante una amenaza, se activa en respuesta al estímulo.

Las investigaciones señalan que hay razones culturales que también determinan cuánto lloramos. Las mujeres lloran 5,3 veces en promedio por mes y los hombres 1,3 veces por mes.

You might be interested:  Qué Medios De Transportes Que Se Utilizan En Guatemala?

¿Qué pasa si lloro mucho y me duele la cabeza?

El llanto 😥 provoca que el cuerpo pierda agua y traiga consigo síntomas como presión en la frente, el cuello o el cuero cabelludo, por esa razón es que sentimos un fuerte dolor en la parte de la cabeza.

¿Por que lloró si me hablan mal?

¿Por qué lloramos cuando nos sentimos enojados y frustrados? – Para contestar esta pregunta, primero es importante saber lo que pasa en nuestro cuerpo en los momentos de furia. Cuando una persona se enoja, su sistema nervioso central le pone inmediatamente en alerta, lo que desencadena una serie de reacciones físicas.

  1. La pupila se dilata, hay liberación del cortisol – la hormona del estrés -, la frecuencia cardíaca y respiratoria aumentan y el flujo sanguíneo se desvía hasta los músculos, dejándolos tensos.
  2. Este mecanismo es instintivo.
  3. Viene de la época prehistórica, cuando cualquier señal de amenaza nos dejaba listos para luchar por la nuestra supervivencia.

Muchas veces, el nivel de estrés generado por la rabia es tan grande que no somos capaces de volver al nuestro estado racional y explicar con palabras lo que sentimos. Entonces, lloramos. El llanto en situaciones de enfado sirve, entre otros factores, para bajar la tensión,

Según los psicólogos expertos en terapia cognitivo conductual, las lágrimas psíquicas – aquellas causadas por un amplio espectro de emociones, entre ellas el enojo – son producidas en respuesta a una fuerte emoción, pero también pueden tener un propósito más complejo. Estos psicólogos sugieren que el llanto es una forma de comunicación no verbal que sirve para conseguir decir al otro que ya fue demasiado lejos, para generar empatía o para obtener soporte.

Además, las lágrimas psíquicas contienen encefalina-leucina, un calmante natural que es liberado durante el lloro. Tal vez por esto nos sentimos mejores después de llorar.

¿Qué pasa cuando una persona llora en silencio?

¿Por qué es malo aguantar las ganas de llorar? – No poder expresar nuestro malestar, tristeza o frustración, sintiéndonos obligados a reprimir las ganas de llorar, hace que las emociones se enquisten en el inconsciente y desde allí, ejerzan una influencia negativa que afecta a nuestro bienestar.

Es entonces cuando el cuerpo, empieza a enviar señales de que existen emociones que no están siendo atendidas, y notamos ese malestar que no sabemos dónde situar. De hecho, un estudio realizado en la Universidad de Stanford descubrió que las personas que suelen reprimir sus emociones reaccionan de manera exagerada ante la presión y el estrés,

Lo que significa que, esa “calma aparente” en realidad no es buena para nuestro equilibrio mental.

¿Qué es la depresión feliz?

Síntomas – La depresión sonriente es una enfermedad difícil de tratar ya que la apariencia se encuentra falseada, mostrando felicidad a los demás y dando la sensación de que se está alcanzando el pleno bienestar en su vida. Sus emociones reales están ocultas y su alrededor no es consciente del verdadero problema.

    ¿Por qué me siento tan raro?

    Factores de riesgo Estrés intenso, como problemas importantes de pareja, financieros o laborales. Depresión o ansiedad, en especial, depresión grave o prolongada, o ansiedad con ataques de pánico. Consumo de drogas recreativas, que puede desencadenar episodios de despersonalización o desrealización.

    ¿Cómo saber si te sientes mal emocionalmente?

    Artículo original Exploración del malestar emocional expresado por mujeres que acuden a centros de atención primaria de la Ciudad de México. Un estudio cualitativo Exploring the emotional distress of women who attend primary health care units in Mexico City.

    A qualitative study Shoshana Berenzon Gorn, 1 Jorge Galván Reyes, 1 Nayelhi Saavedra Solano, 1 Pilar Bernal Pérez, 2 Lauren Mellor-Crummey, 3 Marcela Tiburcio Saínz 1 1 Dirección de Investigaciones Epidemiológicas y Psicosociales del Instituto Nacional de Psiquiatría Ramón de la Fuente Muñiz.2 Facultad de Medicina, Universidad Nacional Autónoma de México.3 Yale University, USA.

    Correspondencia: Dra. Shoshana Berenzon Gorn. Investigadora titular de la Dirección de Investigaciones Epidemiológicas y Psicosociales. Instituto Nacional de Psiquiatría Ramón de la Fuente Muñiz. Calz. México-Xochimilco 101, San Lorenzo Huipulco, Tlalpan, 14370, México, D.F.

    E-mail: [email protected] RESUMEN La presencia de malestar emocional -que se define como el conjunto de sensaciones subjetivas que percibe una persona de que su bienestar sufre una merma y que se manifiesta por síntomas inespecíficos- puede constituir un factor de riesgo para la aparición de enfermedades mentales, sobre todo en personas con vulnerabilidades biológicas y psicosociales.

    Estudios recientes señalan que los servicios de atención primaria reciben un número, cada vez mayor, de personas con malestares que no cubren los criterios diagnósticos de una enfermedad, ya sea mental o física, fenómeno que es más frecuente en las mujeres.

    • El objetivo de este trabajo es analizar los malestares emocionales de un grupo de mujeres que acude a instituciones de atención primaria de la Ciudad de México, así como sus percepciones y vivencias sobre la atención recibida, con el propósito de identificar necesidades de atención.
    • Para recopilar la información se utilizaron técnicas e instrumentos propios de la metodología cualitativa.

    La información se codificó y analizó conforme al método de “categorización de significados” propuesto por Kvale. Los resultados mostraron que los principales detonantes de los malestares emocionales en las participantes se asocian con las preocupaciones que enfrentan cotidianamente (como falta de dinero, problemas con los hijos y violencia intrafamiliar) y, en otros casos, con la vivencia de experiencias traumáticas de violencia y abuso sexual, pasadas y presentes.

    Los datos demuestran también que las mujeres no hablan directamente de su malestar emocional, pero que tampoco lo detecta el personal de salud o que, cuando lo hace, le resta importancia. Lo anterior se relaciona con las condiciones actuales del servicio, que no ofrece una atención integral y adolece de una visión psicosocial.

    Palabras clave: Malestar emocional, salud mental, género, primer nivel de atención. ABSTRACT Emotional distress is the subjective sensation of diminishment in well-being which manifests itself in a number of unspecific symptoms. It might be a risk factor for the development of mental illness, especially among individuals with psychosocial or biological vulnerability.

    Recent studies show that primary health care services receive a growing number of patients who suffer distress, but do not fulfill the diagnostic criteria of a mental or physical illness. This phenomenon is more frequent among women. The objective of this paper is to analyze the emotional distress experienced by a group of women who attended primary health care institutions in Mexico City, as well as their perceptions and experiences around the attention received, in order to identify their treatment needs.

    Data was gathered through techniques and instruments pertaining qualitative methodology. The information was coded and analyzed according to the meaning categorization method developed by Kvale. The results show that the main triggers of emotional distress are associated to daily life worries (lack of money, problems with children, domestic violence, among others).

    • In some cases, it is associated as well with traumatic events, such as violence and sexual abuse in the past or at present.
    • Data also suggest that women do not talk about emotional distress directly during medical consultations and that health care professionals do not identify distress or minimize its importance.

    These aspects are related to the current characteristics of the service, which lacks a comprehensive approach and a psychosocial point of view. Key words: Emotional distress, mental health, gender, primary health care. INTRODUCCIÓN El constructo de malestar emocional se ha utilizado ampliamente en la investigación médica y social.1 Surge tanto de cuestionamientos realizados desde el campo de la biomedicina -donde se ha observado que muchas manifestaciones emocionales y físicas no reúnen los requisitos para un diagnóstico clínico- 2 como de posturas más críticas e interpretativas, las cuales enfatizan las sensaciones y representaciones del malestar en el escenario de la vida cotidiana y en la importancia que tienen las variables socioculturales en la construcción del mismo.3-5 El malestar emocional es una sensación subjetiva relativa a un bienestar mermado.

    Se plantea como desazón, incomodidad o “sentirse mal”, y aparece como un conjunto de síntomas mal definidos y sin causa orgánica demostrable.6 Es una respuesta a distintas situaciones de la vida y del contexto social, como la familia, el trabajo, la comunidad y las actividades de la vida diaria. Algunos de los síntomas y sensaciones asociadas con el malestar emocional son: tristeza, sentimiento de vacío, dolores musculares, de cabeza, o de ambos, insomnio, fatiga, preocupación, nervios e irritabilidad.7 Cabe resaltar que la presencia de malestar emocional no es sinónimo de enfermedad mental ni tampoco es una causa directa.

    Sin embargo, si puede incrementar el riesgo de que se presente en personas con vulnerabilidades biológicas y psicosociales.8 Aunado a lo anterior, el malestar emocional genera costos importantes en la salud-bienestar de la población, por lo que trabajar en la delimitación de su campo adquiere especial relevancia para detectar e intervenir de forma adecuada y oportuna.6 Estudios recientes coinciden en señalar que en los servicios de atención primaria se recibe un número cada vez mayor de personas que llegan a consulta con molestias similares a las planteadas en la definición de malestar emocional.9-11 Así, se estima que entre el 30 y 60% de todas las visitas en busca de atención primaria se asocian a síntomas que no cubren necesariamente los criterios diagnósticos de una enfermedad, ya sea mental o física, ni pueden confirmarse por medio de pruebas de laboratorio o de gabinete.10,12 Este tipo de sensaciones de malestar son mencionadas con mayor frecuencia entre la población femenina.

    Autores como Velasco, 4 Muñoz et al.13 señalan que, en España, más del 70% de las personas que presentan este tipo de problemáticas son mujeres. Por ello, proponen el concepto de “síndrome de malestar de las mujeres” como un constructo que incluye el condicionante de género en el abordaje subjetivo y biopsicosocial del malestar emocional.

    Vargas et al.14 encontraron resultados similares en centros de salud de la Ciudad de México. Su estudio reflejó que el 67% de las personas entrevistadas presentaron malestar emocional, y que éste fue más frecuente en las mujeres (70.6%) que en los hombres (52.5%).

    Las diferencias en la presencia de malestar emocional en uno y otro sexo parecen relacionarse con una forma distinta de enfermar, con una manera diferente de expresar los malestares y con una mayor tendencia de las mujeres a acudir a los centros de salud, lo que hace que sus sensaciones y quejas sean más registrables.15 Aunado a lo anterior, diversas investigaciones realizadas en México coinciden en señalar que en la población femenina el malestar emocional se asocia con el mayor número de responsabilidades y obligaciones asignadas a su género, como ser madres, esposas, hijas, cuidadoras y, en muchos casos, también proveedoras.

    Es decir, en atender las necesidades de los otros antes que las propias. Sobra decir que estas situaciones generan mucha preocupación, tensión y estrés.16-19 A pesar de que esta información pone de manifiesto la presencia de malestar emocional en la población femenina que acude a los centros de salud de primer nivel, en la mayoría de los casos este malestar no es detectado o no es tomado en cuenta por el personal que labora en estas instituciones.

    En todo caso, la atención se orienta a los síntomas y dolores, pero no al origen de los mismos. Esta manera de abordar el problema responde a ciertos aspectos vinculados con el funcionamiento actual del primer nivel de atención mexicano, como prioridad que se da a las intervenciones enfocadas a los padecimientos físicos, la carencia de programas encaminados al diagnóstico y atención de problemáticas emocionales y la insuficiente capacitación que recibe el personal sobre estos temas.20 Asimismo, la corta duración de las consultas y las elevadas cargas burocráticas y administrativas de los servidores impiden profundizar en temas relacionados con la vida cotidiana de cada paciente.20-22 Autores como Nimnuan, 12 Aiarzaguena 10 y Velasco 4 plantean que las mujeres con malestar emocional que no reciben una atención adecuada regresarán una y otra vez a consulta, quejándose de los mismos síntomas y/o de otros nuevos porque su demanda no ha sido resuelta.

    Esta “hiperfrecuentación de los servicios” genera sufrimiento para las pacientes, frustración entre el personal de salud y un importante impacto económico para el sistema sanitario.23 Dado lo anterior, el objetivo de este trabajo es explorar el malestar emocional de un grupo de mujeres y sus percepciones y vivencias sobre la atención recibida en instituciones de atención primaria, con el propósito de identificar sus necesidades de atención.

    1. MATERIAL Y MÉTODOS El estudio se llevó a cabo en ocho centros de salud de primer nivel ubicados en tres delegaciones de la Ciudad de México.
    2. Se realizó una investigación cualitativa que comprendió observaciones y entrevistas semiestructuradas individuales con personal que trabaja en estos centros (35 personas) y con usuarios de los mismos (ocho hombres y nueve mujeres).

    En este trabajo se presenta sólo la información proporcionada por las usuarias de los centros. El trabajo de campo se hizo entre abril de 2012 y septiembre de 2013. Las entrevistadas se seleccionaron mediante el muestreo teórico o intencionado, 24,25 en el cual el número de personas no es lo más importante, sino la información que pueda aportar cada una para interpretar el tema de interés.

    El proceso termina cuando ocurre la saturación, es decir, cuando las entrevistas con personas adicionales no producen ninguna información nueva o relevante para la comprensión del fenómeno. Estamos conscientes de que en este trabajo no se logró una saturación, entre otras causas, por la diversidad de edades de las mujeres entrevistadas.

    Aun así, la información recolectada constituye un acercamiento a la compresión de este fenómeno. En este documento se presenta el análisis de la información proporcionada por nueve mujeres que acudieron como pacientes a alguno de los Centros de atención primaria en que se realizó la investigación.

    • Participantes Las edades de las entrevistadas oscilaron entre los 17 y los 70 años.
    • Cuatro de las participantes habían estudiado hasta la primaria; dos, secundaria; dos, preparatoria, y una de ellas estudió una carrera técnica.
    • Todas mencionaron ser de un nivel socioeconómico bajo y vivir en colonias con índices elevados de marginación, violencia y consumo de drogas ( cuadro 1 ).

    Los criterios para incorporar a las mujeres al estudio fueron: a) que tuvieran 15 años o más de edad, b) que asistieran al centro de salud de manera regular para poder compartir su experiencia en cuanto a la atención recibida, y c) que aceptaran participar en el estudio.

    Procedimientos para la recopilación y el análisis de los datos Se realizaron entrevistas semiestructuradas mediante la técnica de entrevista de investigación social, que favorece la producción de un discurso continuo y posee una línea argumental sobre un tema determinado.26 Para recopilar la información se elaboró una guía de entrevista que incluyó los siguientes temas clave: 1.

    Experiencias y utilización de servicios de salud; 2. Salud mental, del cual sólo se incluye la información relacionada con el malestar emocional y las necesidades de atención dentro del centro de salud; 3. Datos sociodemográficos. El contacto con las usuarias se realizó por dos vías: por medio de las enfermeras y/o trabajadoras sociales de los centros o por invitación directa mientras esperaban su turno para entrar a consulta.

    Las entrevistas se llevaron a cabo en las salas de espera de los centros de salud en los horarios y días establecidos por las informantes. Se realizaron en una o dos sesiones, dependiendo de la disponibilidad de tiempo de las entrevistadas, y tuvieron una duración aproximada de 90 minutos. Un maestro en salud mental pública y una estudiante de doctorado llevaron a cabo las entrevistas.

    Análisis de la información Las entrevistas grabadas en audio fueron transcritas textualmente. Las transcripciones se codificaron y analizaron utilizando el método de “categorización de significados” propuesto por Kvale.27 Con este método, cada entrevista se codifica en una serie de categorías mutuamente excluyentes, lo que permite estructurar las narraciones en unidades de información que facilitan la comprensión del tema de interés, así como su ocurrencia a lo largo del discurso.

    Dos miembros del equipo de investigación, una doctora en antropología y un maestro en salud mental pública, codificaron las entrevistas por separado y las discrepancias en la codificación se resolvieron mediante la discusión y la revisión conjunta de los relatos originales. En un principio, las categorías se definieron a partir de los objetivos del estudio y de los temas abordados en la guía de entrevista.

    Posteriormente, se hizo una relectura de las entrevistas para extraer nueva información relevante que sugiriera la adición o modificación de las categorías ya identificadas. En este trabajo se presentan los resultados de las siguientes tres categorías: 1.

    Malestar emocional. Aquí se abordan las sensaciones y manifestaciones percibidas por las entrevistadas que las hacen “sentir mal”, “incómodas”, “intranquilas” o “molestas”, y que no encajan dentro de un cuadro clínico específico. Esta categoría se conformó tras analizar las reacciones corporales y sensaciones emocionales asociadas con el problema o la vivencia que detonó el malestar.2.

    Percepciones y vivencias de las mujeres en la atención primaria. En esta categoría se analizan las percepciones que tienen las mujeres sobre la atención que reciben o han recibido en los centros de salud.3. Necesidades de atención. En esta categoría se exploran las necesidades de atención y apoyo, tanto explícito como implícito, identificadas en los relatos de las entrevistadas.

    Consideraciones éticas El proyecto del que se desprende la información presentada en este documento fue aprobado por el Comité de Ética del Instituto Nacional de Psiquiatría Ramón de la Fuente Muñiz. Dado que se consideró como un estudio de riesgo mínimo, el consentimiento informado se solicitó sólo de manera verbal.

    Para ello se proporcionó información detallada sobre los objetivos y las características de la investigación. Asimismo, se informó a las participantes sobre su derecho a retirar su consentimiento en cualquier momento y dejar de participar en el proyecto sin que ello tuviera alguna repercusión en la atención recibida en el centro de salud.

    También se solicitó autorización para audiograbar las entrevistas. Para preservar la privacidad de las entrevistadas, se utilizaron seudónimos. RESULTADOS Es importante mencionar que las mujeres entrevistadas habían asistido a los centros de salud por diversos motivos, como llevar a sus hijos a consulta, revisión mensual por embarazo, infecciones intestinales y problemas de garganta, tos o gripe.

    Las mujeres de mediana y avanzada edad también asistían al grupo de crónicos-degenerativos. * Aunque ninguna de las participantes habló de los malestares emocionales como motivo de consulta, éstos fueron apareciendo al abordar los distintos temas de la entrevista.

    • Malestar emocional Las participantes manifestaron sentirse intranquilas, nerviosas, irritables, desesperadas y/o con cambios constantes en el humor.
    • Así, fueron frecuentes frases como: “Me siento alterada ya de mis nervios, tengo miedo, siento angustia” y “Me dan ganas de echarme a correr”.
    • Algunas de ellas presentaron quejas físicas, como dolor persistente en todo el cuerpo, cansancio físico, cansancio mental, dolores de cabeza, “bochornos”, fallas en la memoria, insomnio, temblor en las manos y presión alta.

    Asociaron estas sensaciones de malestar con diversas preocupaciones; por ejemplo, los problemas en casa, el exceso de responsabilidades, la falta de recursos económicos y el abuso de sustancias propio o de algún familiar cercano. También señalaron como detonantes de su malestar vivir en el momento violencia intrafamiliar, haber sido víctimas de abuso sexual o habitar en ambientes inseguros.

    En el siguiente relato se ejemplifica cómo se entretejen las quejas físicas, las causas o detonantes de la preocupación y la sensación emocional: Lucila es una mujer de 65 años que acude con frecuencia al centro de salud porque sufre de presión alta, náuseas, dolores en el pecho y “un calor muy feo en la cabeza”.

    Ella relaciona su hipertensión y “sentirse mal y de malas” con el vivir preocupada constantemente. Sus mayores fuentes de preocupación son: que su esposo no trabaje y por tanto se las “vean muy duras para poder sobrevivir”; el alcoholismo de su hijo y la percepción de inseguridad en la zona donde vive porque “se drogan junto a su puerta y hay veces que están ahí toda la noche”.

    1. Si bien es cierto que las sensaciones de malestar pueden manifestarse en las mujeres sin importar su edad, también se identificó que algunas de estas sensaciones se asocian con una etapa específica del ciclo vital.
    2. Por ejemplo, las adolescentes relacionan su malestar principalmente con problemas escolares, pleitos con los padres, consumo de drogas y/o alcohol y embarazos no deseados.

    “Pues le digo que así tenía ganas de salirme de la escuela, corriendo, de golpear a alguien. De hecho ni quería comer, quería llorar, no sé, no quería hacer nada, nada y de estar en mi casa me sentía mal, y de hecho ahí era peor. Yo siento que todo esto era por ver a mis papás pelear y antes peleaban más feo, ahora ya nada más discuten de palabra; pero antes se aventaban cosas, se peleaban, se pegaban.”,

    La carga de trabajo cotidiano dentro y fuera de casa, los conflictos con los hijos y la pareja y, en algunos casos, hacerse cargo de los padres son las causas más frecuentes de malestar entre las mujeres adultas. Lo anterior se expresa como “sentirse rebasada” o “hasta el tope”. “Pues es que siempre hay problemas en la casa, de un modo o de otro.

    Tengo tres hijos y pues cada hijo hace problemas y uno día con día los va viviendoMi hija de 14 años salió embarazada, ahorita tuvo su bebé y fue un impacto muy fuerte para nosotros. Yo soy la que me encargo de mi papá, tons, a veces me estresa de que como apenas se le enfermó la bebé a mi hija, nos tuvimos que ir al hospital; todo el día anduve por allá y yo me preocupo de mi papá que ni quién le lleve un taco, y si yo no le llevo, pues él se queda de plano sin comer.

    1. Entonces son muchas cosas, me siento ¡bien presionada!”,
    2. Finalmente, las mujeres de la tercera edad se sienten preocupadas por sus “achaques”, ya sean los característicos del envejecimiento o los asociados con enfermedades crónicas como la diabetes.
    3. También son frecuentes, en esta etapa de la vida, las sensaciones de soledad y abandono.

    “Ahora como he estado enferma, si me da mucho pendiente, digo: ‘Ay, yo sola aquí ni quién me vea’. Tengo diabetes, soy hipertensa, estaba yo bien, pero últimamente se me han complicado muchas cosas. Ahora ya tengo colitis, el colesterol alto, los triglicéridos, padezco mucho de la garganta también.

    1. Todo eso me pone mal, sentirme enferma, porque, digo, sí me preocupa estar sola y siempre ando con mucho cuidado porque me da miedo caerme, digo: ‘Ay, no’me vaya yo romper algo y entonces sí”,
    2. Percepciones y vivencias en la atención primaria Las mujeres entrevistadas tienen mucha claridad sobre el repertorio de servicios y recursos con que cuentan los centros de salud, por lo que la utilización de éstos les resulta muy práctica.

    Buscan un diagnóstico para dolores orgánicos o enfermedades físicas y esperan recibir un tratamiento, principalmente medicamentos; o bien llevan a sus hijos a vacunarse o quieren afiliarse al Seguro Popular * o al Programa de Gratuidad. ** Las participantes consideran que la consulta médica no es el espacio adecuado para hablar de lo que les preocupa en su día a día, ya que los tiempos de consulta son muy cortos y les parece que los médicos no cuentan con las habilidades y los conocimientos necesarios para otorgarles una adecuada atención.

    • Además de lo anterior, prefieren no hablar de sus preocupaciones y sufrimientos porque les da vergüenza, “No debo hablar de mi gente, ventilar cosas de la familia”, o tienen miedo de que se les regañe y/o juzgue.
    • Si bien es cierto que ellas no hablan de manera directa sobre sus malestares, también lo es que el personal de salud no siempre les pregunta sobre su vida cotidiana, sus preocupaciones o su estado de ánimo.

    Perciben que ellos están más interesados en reconocer y tratar los síntomas físicos y concluir rápidamente la consulta antes que conocer sus historias de vida. Así, pareciera ser que los profesionales de la salud del primer nivel reconocen los malestares emocionales sólo cuando los problemas son muy evidentes y/o es muy clara su asociación con los síntomas físicos.

    1. Susana, de veinte años, que acude al centro de salud porque está embarazada, comenta que siempre que acude a consulta la enfermera la pesa y le toma la presión y que, en una ocasión, ésta vio que sus manos estaban llenas de cicatrices y le pregunto por qué las tenía así.
    2. Susana le platicó que se cortaba cuando se desesperaba y cuando sentía que no hacía las cosas bien.

    La entrevistada menciona que después de escuchar esto la enfermera le dijo que el embarazo en adolescentes causaba depresión y que sería bueno que sacara una cita con la doctora, haciendo referencia a la psicóloga del centro de salud. Por otro lado, en los casos en que las entrevistadas les confiaron a los médicos sentirse tensas, estresadas, nerviosas o tristes, la respuesta más frecuente que recibieron por parte de ellos fue que les recetaran algún medicamento, desde antiácidos, analgésicos o relajantes hasta fármacos para “dormir” o para “la depresión”.

    1. Él me empezó a controlar la presión con medicamento y me dio las pastillas para dormir porque me dice que tenía yo ‘una fuerte depresión’, dice ‘con esto se va a levantar’, y sí, le digo, hasta la fecha las tomo”,
    2. Otra recomendación frecuente del personal médico cuando se reconocía la presencia de malestar emocional en las mujeres, especialmente en las de la tercera edad, era que se incorporaran a los grupos de crónicos degenerativos.

    “El doctor me recomendó hacer ejercicio, ir al grupo, me dijo que me sentiría mejor, y sí, me siento muy bien con el ejercicio; en el estrés, más que nada en el estrés. También platicamos, las que vamos, echamos relajo, nos estamos riendo; yo me siento bien, platicamos, nos relajamos y salimos bien contentas”,

    A partir de los relatos de las entrevistadas se pudo identificar que también existe una atención “informal” que brindan en ocasiones las enfermeras y trabajadoras sociales. Dicha atención se otorga más bien a partir de la experiencia de vida y de la solidaridad de género que desde un conocimiento profesional.

    Esta dinámica se da gracias a que se han establecido vínculos de amistad y empatía y a que las pacientes se sienten con la confianza de platicar sus problemáticas. Necesidades de atención De manera explícita, las mujeres señalaron la necesidad de contar con un especialista en salud mental, preferentemente un psicólogo en cada centro.

    Para ellas, los profesionales de la salud mental son los únicos que cuentan con el conocimiento necesario para escuchar y atender los problemas cotidianos que las aquejan. También perciben necesario recibir información de temas relacionados con el cuidado de los hijos, la depresión, la violencia familiar, las drogas y otros.

    Otra necesidad expresada por estas mujeres es que estos servicios especializados estén disponibles en los centros, tanto en el turno matutino como en el vespertino, ya que frecuentemente se les complica acudir en la mañana porque tienen que hacer la comida, llevar a los hijos a la escuela y trabajar, entre otras cosas.

    Como se observa, las necesidades explícitas se depositan claramente en los especialistas de la salud mental y descartando la posibilidad de que el personal médico, de enfermería o de trabajo social del primer nivel pueda otorgar este tipo de atención. Sin embargo, el análisis de los relatos develó necesidades subyacentes que se asocian con la relación cotidiana que se mantiene con el personal del primer nivel y con el funcionamiento del mismo.

    En los discursos de las mujeres se percibe la necesidad de que se les preste una escucha más sensible y empática por parte del personal, en especial de los médicos. Esta falta de empatía y sensibilidad a menudo se asocia con características del personal como la edad (al considerar que si son muy jóvenes están menos capacitados) o con el sexo (al sentir mayor confianza con las mujeres).

    De lo dicho por las mujeres se desprende que también existe una necesidad de contar con espacios privados, pues sienten cierta incomodidad para hablar de temas “personales e íntimos” en consultorios donde la puerta está abierta por lo regular, donde las paredes son de materiales que no aíslan los sonidos o donde la gente entra y sale constantemente.

    DISCUSIÓN Los testimonios aquí analizados permiten valorar la perspectiva de las pacientes respecto a cómo se entretejen sus quejas, las causas o detonantes de sus preocupaciones y la sensación de malestar emocional, así como las percepciones y vivencias en torno a la atención de este último.

    1. Los resultados de otras investigaciones 5-7 apoyan lo señalado anteriormente, en el sentido de que el malestar emocional en las mujeres sólo se podrá detectar y atender en la medida en que se comprenda que, en su origen, se conjugan diversos factores.
    2. Estos factores se asocian con su biografía, con las condicionantes de género y con la forma en que se experimentan y se da significado a las circunstancias socioculturales.

    Los datos demuestran también que las mujeres no hablan directamente de su malestar emocional, pero el personal de salud tampoco lo detecta y, cuando lo hace, le resta importancia. Ello se relaciona quizás con las condiciones actuales del servicio otorgado en primer nivel, que no ofrece una atención integral y carece de una visión psicosocial.

    Para que se logre brindar una atención adecuada al malestar emocional sería necesario realizar cambios dentro del primer nivel de atención que permitan: a) sensibilizar y capacitar a las autoridades y al personal sobre el impacto de los sucesos de la vida cotidiana en la salud, así como sobre la importancia de escuchar situaciones diferentes a la queja médica o somática, y b) integrar la detección del malestar emocional y su atención como uno de los objetivos del programa de salud mental.28,29 Realizar las acciones antes propuestas y escuchar lo que se oculta detrás del síntoma permitiría entender de manera más clara las demandas de las mujeres y dar, por tanto, una atención más acorde con sus necesidades.

    Con este cambio en la atención se podría disminuir lo que se ha llamado “hiperfrecuentación de los servicios de atención primaria”, 4 la que, como ya se mencionó, produce sufrimiento a las pacientes, frustración e impotencia en el personal de salud y un impacto económico para el sistema sanitario, justamente porque la demanda no es resuelta del todo.4,13,23 Las características y dinámicas instituidas en los centros de salud en que se realizó este proyecto dificultaron el primer contacto con las usuarias, el establecimiento de fechas y horarios de las entrevistas y el desarrollo óptimo de las mismas.

    1. Es necesario buscar mejores estrategias para lograr una mayor participación de las mujeres en el estudio y para que éstas estén dispuestas a dar entrevistas en espacios diferentes al centro de salud.
    2. En trabajos posteriores sería recomendable complementar la información presentada en este artículo con la visión que tiene el personal de los centros de atención primaria respecto del malestar de las mujeres y sus necesidades de atención.

    Por último, también sería conveniente realizar otras investigaciones enfocadas a un análisis más preciso de la relación entre la presencia de malestar emocional, la falta de reconocimiento y atención del mismo y la “hiprefrecuentación de los servicios de atención primaria” por parte de la población femenina.

    AGRADECIMIENTOS Las autoras y el autor agradecen y expresan su reconocimiento a la Secretaría de Salud del Distrito Federal y en especial a las personas entrevistadas que compartieron sus experiencias para hacer posible este trabajo. El proyecto de investigación base de estos resultados recibió financiamiento del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (SEP-2011-C01-166588) y del Programa de Igualdad entre Hombres y Mujeres 2013.

    REFERENCIAS 1. Salazar J, Sempere E. Malestar emocional: Manual práctico para una respuesta en atención primaria. España: Generalitat Valencia; 2012.2. Rivas M, Nuevo R, Ayuso-Mateos J. Depresión subclínica en España: prevalencia e impacto sobre la salud.

    Revista Psiquiatría Salud Mental 2011;4(3):144-149.3. Castro R. La vida en la adversidad: el significado de la salud y la reproducción de la pobreza. Primera edición. Cuernavaca, Mor.: UNAM/ Centro Regional de Investigaciones Multidisciplinarias; 2000.4. Velasco AS. Atención biopsicosocial al malestar de las mujeres.

    Intervención en atención primaria de salud. Madrid, Esp.: Instituto de la Mujer; 2006.5. Burin M, Moncarz E, Velázquez S. El malestar de las mujeres. La tranquilidad recetada. Buenos Aires: Paidós; 1990.6. Cucco M. ProCC: Una propuesta de intervención sobre los malestares de la vida cotidiana.

    Del destino social a la precariedad narcisista. Primera edición. Buenos Aires, Arg.: Atuel; 2006.7. Tubert S. Construcción cultural de la feminidad. Salud mental y género. Aspectos psicosociales diferenciales en la salud de las mujeres. Madrid: Instituto de la Mujer. Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales; 2000.8.

    Medina-Mora, Berenzon S. Salud mental y adicciones. Libro N°5 de la serie Agenda Ciudadana de Ciencia, Tecnología e Innovación. Primera edición. México: Academia Mexicana de Ciencias; 2013.9. Vázquez JL; Wilkinson G, Williams P, Díez J et al. Mental health and medical consultation in primary care settings.

    1. Psychological Medicine 1990;20:681-694.10.
    2. Airzaguena J, Grandes G, Alonso-Airbiol I, del Campo J et al.
    3. Abordaje biopsicosocial de los pacientes somatizadores en las consultas de atención primaria: un estudio piloto.
    4. Aten Prim 2002;29(9):558-561.11.
    5. Vargas B, Villamil V, Pérez J.
    6. Los modelos de atención primaria en salud mental: el caso de México.

    Atención Primaria 2012;44(7):441-442.12. Nimnuan C, Rabe-Hesketh S, Wesseley S, Hotopf M. “How many functional somatic syndromes?” J Psychosom Res 2001;51(4):549-557.13. Muñoz MA, De Casas M, Cobo R, Fontcuberta J et al. Malestar psicosocial de la mujer: Experiencia en una intervención grupal en atención primaria.

    Archivos Medicina Familiar 2008;10(3):96-100.14. Vargas B, Villamil V, Rodríguez C, Pérez J et al. Validación de la escala Kessler 10 (K-10) en la detección de depresión y ansiedad en el primer nivel de atención. Propiedades psicométricas. Salud Mental 2011;34(4)323-331.15. Fugita F, Diener E, Sandick E.

    Gender differences in negative affect and well-being: The case for emotional intensitive. J Personality Social Pshycology 1991;61:427-434.16. Salgado de Snyder N, Diaz M, Ojeda V. The prevalence of nervios and associated symptomatology among inhabitants of Mexican rural communities.

    1. Cultural Medicine Psychiatry 2000;24:453-470.17.
    2. Medina-Mora ME, Rojas E.
    3. Mujer, pobreza y adicciones.
    4. Perinatol Reprod Hum 2003;17:230-244.18.
    5. Lara MA, Acevedo M, Berenzon S.
    6. La depresión femenina vista desde la subjetividad de las mujeres.
    7. Cad Saúde Pública 2004;20(3):818-828.19.
    8. Rocha T, Cruz C.
    9. Barreras estructurales y subjetivas en la transición de roles de mujeres mexicanas y su malestar emocional.

    Acta Colombiana Psicología 2013;16(1):123-135.20. Ruíz-Gómez A, Mercado-Martínez F, Pere-Aceves M. La atención a la enfermedad crónica en los servicios públicos de salud. La perspectiva de los profesionales y los legos. Investigación Salud 2006;1(VIII):23-30.21.

    1. Herrera C, Agoff C.
    2. Dilemas del personal médico ante la violencia de pareja en México.
    3. Cad Saúde Pública 2006;11(22):2349-2357.22. Juárez C.
    4. Aunque la casa se queme que no salga el humo.
    5. Experiencias y atención a la violencia de pareja en México.
    6. Primera edición.
    7. Quito, Ecuador: Abya-Yala; 2012.23.
    8. Rodríguez MR.

    Abordaje del paciente hiperfrecuentador de servicios en atención primaria: un acercamiento desde la teoría. Rev Gerenc Polit Salud 2012;11(22):43-55.24. Taylor S, Bodgan R. Introducción a los Métodos Cualitativos de Investigación. Tercera edición. Buenos Aires: Paidós; 1984.25.

    • Ruíz-Olabuenaga J.
    • Metodología de la investigación cualitativa.
    • Primera edición.
    • España: Universidad de Deusto; 2012.26. Alonso L.
    • Sujeto y discurso: El lugar de la entrevista abierta en las prácticas de la sociología cualitativa.
    • En: Delgado JM, Gutiérrez J (eds).
    • Métodos y técnicas de investigación en ciencias sociales.

    Madrid: Síntesis; 1995.27. Kvale S. InterViews. An introduction to qualitative research interviewing. Primera edición. California: SAGE Publications; 1996.28. O’Malley A, Forrest C, O’Malley P. Low-income women’s priorities for primary care: a qualitative study.

    1. J Fam Pract 2000;49(2):141-146.29.
    2. Lamb J1, Bower P, Rogers A, Dowrick C et al.
    3. Access to mental health in primary care: a qualitative meta-synthesis of evidence from the experience of people from ‘hard to reach’ groups.
    4. Health (Londres) 2012;16(1):76-104.
    5. Notas * La conformación de estos grupos obedece a un programa que tiene los objetivos de promover estilos de vida saludables (ejercicio y cambio de dieta); tener un registro continuo del peso, del nivel de glucosa y de la presión sanguínea de los pacientes.

    Además de realizar acciones específicas como revisión del fondo de ojo y pie diabético, entre otras. Todo lo anterior entre pacientes diagnosticados con algún tipo de diabetes y/o hipertensión. Los pacientes son convocados en el Centro de Salud, un día específico a la semana para realizar ejercicios y recibir pláticas sobre diversos aspectos de estas enfermedades.

    1. Los grupos varían en número, la mayoría de las participantes son mujeres de mediana y avanzada edad.
    2. La dinámica de cada grupo depende de la cohesión e interés de las asistentes, de tal forma que hay grupos que se reúnen con mayor frecuencia y que realizan otras actividades, como paseos y convivios.
    3. El Seguro Popular (SP) forma parte del Sistema de Protección Social en Salud que entró en vigor en enero de 2004.

    Ofrece protección financiera a las personas que no son derechohabientes de las instituciones públicas de seguridad social como el IMSS o el ISSSTE. Está dirigido principalmente a los trabajadores no asalariados, a los desempleados y a sus familiares. El SP es coordinando por la Federación y operado por las entidades federativas.

    ¿Qué le pasa a tu cuerpo cuando estás triste?

    Pueden provocar problemas físicos, como fatiga, insomnio, dolores de cabeza, náuseas, dolor e incluso problemas duraderos como alta presión arterial.

    ¿Por qué se hincha la cara cuando lloras?

    Bajar ojos hinchados por llorar con frío – Después de llorar es normal que veas como tus ojos se han hinchado a causa del aumento de sangre en la zona. Igual que cuando recibimos un golpe en la cabeza y nos sale un chichón aplicamos frío para deshacernos de la inflamación, la solución para desinflamar los ojos es la mismo.

    • En un primer momento nos tenemos que lavar el agua con agua bien fresca para enfriar la piel e ir deshaciéndonos del calor provocado por el llanto.
    • Una vez secado el rostro después de haber llorado, lávatelo con agua bien fría para espabilarte y para que empiece a reducirse el calor que se produjo en tu cuerpo debido a las emociones extremas que te hicieron llorar.

    A continuación, y después de secarte el rostro, debes coger 2 cubitos de hielo y envolverlos en un trapo o paño. Ten en cuenta que la piel de los párpados es de las más delicadas del cuerpo, por lo que una exposición prolongada a un frío intenso podría dañarla y llegar a quemarla.

    1. Envolver los cubitos hará que pueda traspasar el frío sin llegar a causarnos daño.
    2. Obviamente, el siguiente paso es aplicar el hielo sobre ambos párpados.
    3. Inmediatamente, como consecuencia del frío, los vasos sanguíneos de los ojos y los párpados se empezarán a contraer, disminuyendo el riego sanguíneo y reduciendo la inflamación de la zona.

    Si notas que aún con el trapo el frío es demasiado intenso puedes utilizar un paño empapado en agua bien fría o dejar que el hielo se derrita sobre el paño y aplicártelo después. Es importante recalcar que aquellas personas que usen lentes de contacto se las debes quitar antes de empezar este proceso.

    ¿Cómo saber si lloras de alegría o tristeza?

    Si lloras y la primera lágrima sale por el ojo derecho es felicidad Si es por el izquierdo es dolor y tristeza! lloremos por el derecho!

    ¿Qué es lo que piensa una persona con ansiedad?

    La ansiedad puede hacer sentir a una persona muy sola. Es posible que también se aísle debido a las emociones tan intensas que siente. Si no has sentido ansiedad, es complicado entenderla. Por eso vamos a proponerte en este artículo qué puedes decirle a una persona con ansiedad,

Adblock
detector