Como Aliviar Una Contractura En El Cuello
Elvira Olguin
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Cómo aliviar una contractura muscular en el cuello – Tras identificar cuál ha podido ser la causa de la contractura muscular en el cuello, es importante poner remedio y comenzar con un tratamiento para aliviarla. Ahora bien, ¿cómo podemos ayudar a eliminar las molestias? A continuación, damos una serie de recomendaciones para aliviar el dolor:
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¿Cuánto tiempo dura una contractura muscular en el cuello?
‘Por lo general, son contracturas de carácter rígido y de dolor intenso, pero se resuelven prácticamente solas después 48 o 72 horas. En este grupo encontraríamos las contracturas cervicales’, apunta la fisioterapeuta.
¿Cómo se siente una contractura en el cuello?
¿Cuáles son sus síntomas? – Dolor y limitación, Los músculos se tornan rígidos y generalmente obligan a mantener una posición fija para evitar el dolor (postura antiálgica). En el caso de las contracturas cervicales los pacientes suelen estar con el cuello estirado hacia adelante (propulsión) y a veces ligeramente flexionado y girado hacia un lado.
cefalea : dolor de cabeza, por la inserción en la base del cráneo mareos, vértigos, inestabilidad : por la rectificación de la curva cervical f also dolor lumbar : el trapecio llega a la zona lumbar y puede simular una lumbalgia dolor en hombro, brazo, mano y parestesias (hormigueos) en los dedos : por compresión de los nervios del brazo entre las fibras del músculo
Músculo trapecio izquierdo (coloreado en rojo). |
¿Qué tan grave es una contractura en el cuello?
En consecuencia, la contracción del cuello puede producir un dolor muscular incontrolable que, sumado a los movimientos de las actividades diarias, empeora la situación para la persona que lo padece, prolongándose a la columna cervical.
¿Qué remedio casero es bueno para el dolor de cuello?
Estilo de vida y remedios caseros – Además de tomar analgésicos, las medidas de cuidado personal que podrían aliviar el dolor de cuello incluyen las siguientes:
Alternar calor y frío. Reduce la inflamación aplicando frío, como una compresa de hielo o hielo envuelto en una toalla, durante hasta 15 minutos varias veces al día durante las primeras 48 horas. Después de eso, aplica calor. Prueba tomar una ducha tibia o usar una compresa caliente a temperatura baja. Ejercicios en el hogar. Mantener el cuello en movimiento es importante. Comienza haciendo estiramientos suaves todos los días, como giros del cuello y los hombros, una vez que haya disminuido el dolor más intenso. Inclina, dobla y gira el cuello con suavidad. Calienta el cuello y la espalda con una compresa caliente o en la ducha o en el baño de inmersión antes de hacer estos ejercicios.
¿Qué provoca contractura?
¿Cuáles son las causas de la contractura muscular? – Las contracturas musculares suelen aparecer cuando el músculo hace una actividad inapropiada, en intensidad o función. Así, puede ocurrir cuando levantamos demasiado peso o cuando realizamos un esfuerzo mantenido en el tiempo, por ejemplo. Algunas de las principales causas son:
Frío : ante el frío ambiental o la solicitación muscular, si no se realiza un calentamiento adecuado puede generar una contractura. Sobreesfuerzo : ya mencionado, si exigimos una intensidad repentina o durante un tiempo prolongado sin descanso se puede producir la lesión. También en casos de posturas inadecuadas durante un tiempo prolongado. Las personas sedentarias son más propensas a sufrir una contractura debido a que el músculo no está preparado, al igual que los deportistas si no se preparan adecuadamente. Estrés emocional debido a la tensión acumulada. Deshidratación : la falta de agua u otros componentes como el magnesio, la glucosa o el potasio aumentan las probabilidades de sufrir una contractura, ya que son elementos importantes para el correcto funcionamiento de los músculos. Edad avanzada : las personas mayores pierden elasticidad y son más propensas a esta clase de lesiones.
¿Por qué no se me va la contractura?
SIEMPRE AL FISIOTERAPEUTA – Las contracturas se pueden tratar con distintas técnicas, pero, en general, “cualquiera que aumente el aporte sanguíneo en la zona de la lesión, movilizaciones activas, pasivas, estiramientos, manipulaciones del segmento vertebral correspondiente, maniobras de inhibición muscular, ejercicios específicos o masaje”, pueden resultar útiles, según Pallín.
En este contexto, la experta recuerda que “es necesario acudir al fisioterapeuta, ya que es quien valora sus características, sobre todo su localización, alcance y evolución, además del tratamiento más indicado y el número de sesiones necesarias para cada persona”. Esto es importante porque, según señala Pallín, “factores como el tipo de trabajo o de actividad física diaria van a afectar tanto al tiempo de recuperación como a una posible recaída”.
No tratar las contracturas conlleva riesgos, La experta, que distingue que “en función de la musculatura afectada los riesgos varían”, avisa de que puede cronificarse la lesión, aumentar la zona de la contractura e, incluso, implicar “ausencia de movimiento del segmento corporal afectado”.