Como Salir De Una Relacion Toxica
Elvira Olguin
- 0
- 42
Si es tu caso, te damos algunas claves que te ayudarán a abandonar una relación tóxica.
- Primer paso: detectar el problema.
- Acéptalo y toma la decisión.
- Corta la relación sin vuelta atrás.
- Refuerza tu autoestima.
- Por fin ha llegado tu momento, aprende a quererte mejor.
- No tengas miedo a la soledad.
- No tengas miedo a cambiar.
مزيد من العناصر
Contents
¿Por qué es tan difícil salir de una relacion tóxica?
¿ Por qué es tan difícil salir de una relación tóxica? Las relaciones tóxicas afectan la salud y la autoestima de los miembros de la relación, provocan infelicidad e insatisfacción, y a pesar del sufrimiento que ocasionan es muy difícil salir de ellas.
¿Cuáles son las características de una relación tóxica?
¿Qué es una relación tóxica? – Una relación tóxica es aquella relación en la que una de las dos partes, pese a amar (o algo parecido) a la otra persona, le hace daño de forma constante, debido al desarrollo de ciertas dinámicas peligrosas, las cuales rozan o pueden llegar a traspasar la línea del,
- Lo peor de las relaciones tóxicas es que, en muchas ocasiones, la persona que está inmersa en esa relación no es consciente de que está viviendo abusos por parte de su pareja.
- Y es que, como dice el dicho: El amor es ciego.
- El amor nos nubla el juicio y llegamos a perdonar prácticamente cualquier cosa.
De hecho, tal y como sucede en el maltrato, es muy habitual que la víctima acabe normalizando las actitudes tóxicas de su pareja. Incluso cuando los amigos y familiares de la víctima le advierten de que lo que está tolerando no es normal. A todo esto, cabría añadir un punto adicional, y es que se romantizan ciertas actitudes tóxicas y peligrosas.
¿Cómo alejarse de una persona tóxica que amas?
Alejarse de un alguien tóxico es un proceso – La eliminación de los elementos tóxicos en tu vida no siempre es fácil porque las personas tóxicas no suelen respetar los límites y cuando los pongan claramente tampoco lo harán. Podrían incluso volver cuando ya les has dicho que se marchen, por eso quizá debas decirles varias veces que quieres un cambio en la situación hasta que finalmente suceda.
- Incluso, es más que probable que debas distanciarte de forma gradual, para que sea menos drástico y más efectivo.
- Las explicaciones que quieras darles debe ser por ti y no por ellos.
- Dile a esa persona cómo te sientes y que no es algo que se deba debatir, es así y punto o, si prefieres, puedes decirle con calma y mucha amabilidad que no les quieres en tu vida y dejar las cosas así.
Lo que suceda no depende de ti, pero en ocasiones las relaciones merecen una perspectiva diferente. Si la persona no lo entiende o quiere discutir, evita las confrontaciones Hazlo de forma gradual y lo conseguirás de todos modos. En unCOMO te damos algunas pautas que te ayudarán a saber Cómo salir de una relación tóxica de pareja para, así, apartarte de ella cuanto antes.
¿Cómo empiezan las relaciones tóxicas?
¿Cómo es una relación tóxica? –
- Es una relación que te impide avanzar, Se señala constantemente lo que no has hecho bien mientras que lo positivo queda ignorado y/o menospreciado.
- Constantemente te recuerda todo lo que hace por ti y, de manera sutil o clara, te envía el mensaje de que no serías nada sin él/ella.
- Utiliza el chantaje emocional,
- Ejerce control sobre ti : intenta controlar tus gastos, cómo vistes, con quien has quedado, etc. Y planifica tu vida sin pedir tu opinión.
- Te compara con sus parejas anteriores haciéndote ver que eran mejores que tú.
- Es una relación basada en la falta de respeto : te cuestiona o reprende tanto en público como en privado. Los insultos y discusiones suelen ser muy frecuentes.
- Critica a tus amigos e intenta que pases con ellos el menor tiempo posible.
- Los celos están a menudo presentes y desconfía de las personas que se relacionen contigo. Suele revisarte el móvil, los Whasapp,
¿Qué es ser un hombre tóxico?
Marlon Brando en ‘Un tranvía llamado deseo’ Las relaciones son una de las bellas artes. De las difíciles. Cuando compartes tu vida con alguien que te conviene y con quien encajas, todo parece fluir. ¿Y cuándo no? Respondan ustedes mismos. ¿Pero cómo reconocer a las personas adecuadas? A esta tarea se ha dedicado los últimos lustros la norteamericana Lillian Glass, auténtica superventas al estilo made in USA y mujer de formación ecléctica (estudió desde psicología a oratoria o medicina) y obra prolífica: consejera de comunicación, de lenguaje corporal y hasta de actores, tiene 15 libros publicados.
El último en llegar a España, de la mano de Paidós, es Hombres tóxicos, diez maneras de identificar, tratar y recuperarse de los hombres que nos hacen la vida imposible. Habla de esas personas positivas que te harán crecer y son un regalo, porque siempre suman. Y de aquellas otras, negativas, que te restan todo, las ganas y la energía y la vida misma, pues lograrán convertirte en un ser más y más pequeño cada día, sin identidad.
Personas que te complican la vida, te faltan el respeto o lo que es peor, te maltratan o agreden. Y conforman relaciones envenenadas de las que hay que, a ser posible, huir. Y si no se puede, a las que hay que saber, primero, identificar, y luego, asumiendo el riesgo que conlleva, saber tratar.
Gente como esta: el competidor celoso; el volcán-pasivo agresivo engañosamente tranquilo pero a punto de entrar en una erupción mortal; el sabelotodo arrogante y presuntuoso; el mentiroso seductor, manipulador e infiel; el obseso del control, furioso y déspota; el metomentodo cizañero y traidor; el víctima autodestructivo que lo ve todo negro; el espantapájaros débil y sin iniciativa; el narcisista egocéntrico cuyo lema es: yo, mí, a mí, conmigo y para mí; el congelador emocional; el sociopsicópata Hay métodos para aprender a detectarlos, dice Glass, mostrando, además, que el territorio de la autoayuda no sabe de crisis.
Desde 1995 lleva escribiendo y hablando del tema con gran éxito hasta el punto de ser considerada por muchos primera dama de la comunicación en su país. “Ese año publiqué el libro titulado Relaciones tóxicas: 10 maneras de tratar con las personas que te complican la vida.
Y ahora tal término, gente tóxica, se ha convertido en parte del vocabulario cotidiano”, asegura por e-mail desde EE UU. Ella describe ahora los perfiles de esos 11 tipos principales de varones tóxicos citados arriba a través de sus comportamientos, actitudes y gestos: los tonos de voz, la manera de hablar, los movimientos de hombros o cejas, la posición de manos o piernas, su discurso Todo lo que no vemos mientras estamos ciegos en busca del ideal.
¿Ha tenido Glass muchos hombres tóxicos cerca?, le preguntamos. “No, no, solo que en mi trabajo oía cientos de historias acerca de aquellos que hacían la vida miserable a los demás y comencé a darme cuenta de que había patrones, y a anotarlos, a buscar datos y maneras de tratarlos Y vi que funcionaba”.
Así nació el primer libro. Y luego le pidieron secuelas. No se trata de acusar al género masculino, también existen las mujeres tóxicas ¿Y qué hay de las mujeres tóxicas? Su respuesta es veloz: “Por supuesto que las hay, y toda la información en este libro se aplica igualmente a ellas. Si un hombre tiene una mujer tóxica en su vida, este libro le ayudará igualmente”.
La autora insiste que no le gusta el título de hombres tóxicos elegido en algunas ediciones porque lleva a confusión y puede resultar excluyente. “El libro no es una acusación al sexo masculino sino todo lo contrario, trata de la curación. De ambos: hombres y mujeres”.
- Tóxico es todo aquel que te provoca emociones negativas, que se porta mal contigo y no te trata bien, y que te hace sentir mal, afectando de esta forma a tu comportamiento y a tu autoestima.
- El instinto, afirma Glass, es un gran aliado, porque es él antes que nadie quien suele avisar: “Llamado así, o sexto sentido o presentimiento, pero ¡escúchalo! Y recuerda siempre que el cuerpo no miente.
Ni tampoco lo hacen la voz ni los patrones del discurso”. Ella intenta enseñar a identificar tales elementos dañinos en cuestión; a saber otear una bandera roja en el horizonte, cual baliza que indica: por ahí no pases; este no te conviene; hasta aquí hemos llegado; por esto no voy a pasar; esto no se puede tolerar Y muestra a través de conferencias y cursos, columnas en revistas, participaciones en programas de televisión muy populares y en sus libros, cómo neutralizar el efecto de estos encuentros y relaciones desafortunados, a curarse del mal y a saber crear una vida nueva, con lo aprendido de la pasada (y fracasada). El ‘Congelador emocional’. Ryan Gosling en ‘Drive’. ¿Y qué tipo de víctimas son las ideales para los seres tóxicos? Todas, pero especialmente aquellos/as con personalidad maternal y protectora, y profesiones de ayuda a los otros: sean enfermeras, maestras, médicos o asistentes sociales.
Personas receptivas al maltrato y víctimas de por sí (en su mayoría, mujeres, como demuestran las estadísticas). Avisa, además, de que hay combinaciones letales de relaciones: “Cuando un tipo específico de hombre se une a un tipo específico de mujer de los que menciono, puede resultar un desastre. Por ejemplo, si ella es controladora y él pasivo agresivo, de los que no se comunican hasta que un día estallan.
Entonces los resultados son tremendos, dolorosos”. Plantea Glass cuestionarios para identificar tu propio perfil y el de los otros; define rasgos, tácticas, técnicas o los manejos usados para convertirte en presa fácil (incluso en las páginas para buscar pareja a través de Internet, ofrece modelos de mensajes gancho que hablan por sí solos) y las maneras de ver a esos seres tóxicos de forma simple: desde saber leer el rostro de alguien a quien acabas de conocer, algo que en verdad está diciendo su cuerpo o su voz.
Las pistas tóxicas las llama. Legión son, se podría decir, los seres perjudiciales para nuestra salud vital. Y no lo son todos para todas o viceversa. Hay quien encaja y se lleva bien, o quien crece desde un perfil concreto y se cura (siempre por propia voluntad: uno, insiste la autora, nunca podrá cambiar a alguien si ese alguien no quiere).
Y va más allá: se adentra en el territorio del maltrato y la violencia doméstica. No en vano, una de las partes más interesantes de su actividad es asesorar en tribunales, convertida en una suerte de doctor Lightman, personaje que interpreta Tim Roth en la serie Miénteme.
En su web ( www.drlillianglass.com ), además de contacto permanente con sus lectores, analiza fotografías personales para leer en ellas la relación de pareja. La grafología de los cuerpos. “Absolutamente igual valen mis teorías para Europa que para Estados Unidos o el resto del mundo”, indica. “Todos somos iguales emocionalmente incluso aunque existan diferencias culturales.
Las investigaciones nos muestran que todos exhibimos las mismas emociones básicas, todos queremos ser tratados con amor y respeto por aquellos que amamos y que aseguran que nos aman”. Glass dedica parte de su tiempo a dar charlas por el mundo sobre la paz: “Las relaciones entre países o regiones comienzan por la gente.
- Cuando aprendemos a comunicarnos mejor con los otros, esto trasciende la relación hasta un nivel global.
- Por eso yo creo en la paz global a través de ella.
- Si la gente fuera más armoniosa al comunicarse con nuestros seres queridos, esposos, familias, compañeros de trabajo, empleados, niños entonces seríamos más tolerantes con aquellos que difieren en opinión.
La clave es respeto, comprensión, comunicación y compromiso”. Y sorpresa final. Glass viaja mucho y ha estado en España en numerosas ocasiones. “Allí trabajé con el cantante Julio Iglesias, y le enseñé a mejorar su español mientras cantaba en inglés; trabajamos en la canción To all the girls, tengo hasta créditos en el álbum”.
- Venir aquí, dice, le ayuda a mantener su español de acento cubano y a recordar los lugares de su infancia en Coral Gables, Florida, donde las calles tienen nombres de ciudades españolas.
- Estos días, Lillian Glass publica otro libro que enseña a leer el lenguaje corporal de los terroristas.
- Y otro que recopila todos sus secretos sobre el análisis del cuerpo.
Y aún hay más. ¿Su libro nunca realizado? Siempre los que tiene en marcha. Dos ahora: uno titulado algo así como El lenguaje corporal de los mentirosos. Cómo no volver a ser engañado; y el otro: El lenguaje corporal del amor, el sexo y el romance, que también lo hay.
Y mucho. “De hecho, los hombres buenos están por todas partes. En cuanto dejas de buscar el príncipe azul que te rescate de tu vida personal y profesional y empieces a buscar un hombre real”. Solo hay que saber verlos y leerlos, P El libro ‘Hombres tóxicos’, de la escritora Lillian Glass, ha sido editado por Paidós.
Toda la cultura que va contigo te espera aquí. Suscríbete
¿Cómo cerrar ciclos soltar y dejar ir a una persona especial?
El final de un año es el momento propicio para cerrar ciclos a nivel emocional, espiritual y material así como para realizar un balance de lo vivido y plantearse nuevas metas. La vida está llena de ciclos, especialmente en las relaciones, bien sean amorosas, de amistad o laborales.
Cerrar ciclos tiene que ver con reconocer que una etapa ha llegado a su fin, que un proceso se ha agotado o que una situación no avanza, pero al mismo tiempo es un nuevo comienzo de oportunidades asombrosas. Para cerrar un ciclo es necesario aceptar el miedo al cambio, a salir de la zona de confort, a lo desconocido, a aprender a soltar a las personas, las situaciones, los espacios, etc.
“No se trata necesariamente de olvidar, sino de perdonar, aceptar y recordar con tranquilidad”, afirma la psicóloga clínica Angie Pérez.
¿Qué es una persona tóxica ejemplo?
Qué es Persona tóxica: – Una persona tóxica hace referencia a alguien que afecta directa y negativamente a sus más cercanos debido, entre otros aspectos, a su personalidad egocéntrica y narcisista. Una persona tóxica tiene patrones típicos de un egocéntrico como, por ejemplo, el de ser poco empática con relación a lo que piensan los demás. En cualquier tipo de relación, sea pareja, amigos, familia o compañeros de trabajo, la persona tóxica contaminará con negatividad y baja autoestima a quienes lo rodeen debido a su egocentrismo y narcisismo. Las personas tóxicas suelen ser también parejas tóxicas.
¿Cómo se comporta una mujer tóxica en una relacion?
Te fuerza a ceder constantemente en cualquier discusión. Te quita el habla si le contradices. Te hace culpable de sus problemas, incluso cuando no tienen que ver con la relación. Con frecuencia te habla con tono agresivo.
¿Cómo cambian las personas tóxicas?
Una de las características definitorias de las personas tóxicas es que llegan a hacerte creer que el problema eres tú. Por este motivo, afectan de forma tan negativa a la autoestima: un comportamiento que gira en torno a que el resto no vale y todo lo hacen mal.
¿Cuánto puede durar una relación tóxica?
¿Cómo salir de una relación tóxica? – Decir basta no es sencillo. Una relación tóxica puede durar años e incluso estar plagada de constantes rupturas y reconciliaciones intermitentes. Lo primero que debemos hacer es aprender que no hay personas tóxicas,
- Acepta la realidad. No es normal que tu pareja te trate mal y que vivas con una sensación de miedo y ansiedad constante. Cuanto antes admitas que estás en una relación tóxica, antes le pondrás fin.
- Recupera las cosas que has dejado de lado. Si tu pareja te ha hecho aislarte por sus celos, es el momento ideal de recuperar viejas amistades (o de hacer otras nuevas), invertir tiempo en hobbies o centrarte en ese trabajo que tanto te apasiona.
- No disfraces la verdad. Seguramente tus padres o amigos tienen una imagen totalmente distorsionada de tu pareja. Deja de ocultarles los feos y el daño que te ha hecho. Para que te entiendan de verdad, deben saber cómo te sientes y lo que estás viviendo.
Pero ojo, no te equivoques, porque una vez se sale de una relación psicológica todavía queda mucho por hacer. Cuando des el paso, te espera un proceso de deconstrucción muy intenso, Puede durar meses o años, y durante ese periodo de tiempo lo ideal es responder a varias preguntas.
¿Qué he aprendido de esta situación? ¿Qué es lo que no estoy dispuesto a tolerar en el futuro? ¿Cómo puedo mejorar yo para que mi pareja sea feliz? ¿Qué es lo que necesito en una relación? ¿Quiero tener pareja o me da miedo la soledad? Si bien son solo algunos ejemplos, reflejan el objetivo principal: conocernos mejor y aprender a estar solos para que en el futuro nos enamoremos de manera libre y no por necesidad,
Temas
¿Cómo se siente una persona atrapada en una relación tóxica?
¿Qué es una relación tóxica? – Podemos definir que una relación es tóxica cuando una o ambas partes no dejan de sufrir y se convierten en personas tristes, apagadas e infelices. Esto puede llevar a padecer un desgaste emocional bastante importante, que por supuesto se va a ver reflejado en la convivencia del día a día. Desencadenando en circunstancias un tanto incómodas, pero de las que no se sabe por qué no podemos salir y nos llegamos a sentir atrapados.
¿Cuando se termina una relación tóxica?
Posibles Consecuencias al dejar una relación toxica – Las consecuencias de dejar una relación tóxica pueden percibirse problemas de autoestima y daño grave a la salud mental a largo plazo, Los afectados por la relación tóxica son todos los miembros involucrados.
En ocasiones estos problemas pueden continuar percibiéndose incluso después de haber terminado la relación. Los traumas secundarios que genera el dejar atrás una relación tóxica pueden manifestarse en forma de problemas de autoestima, autodaños físicos, trastornos alimenticios, depresión y ansiedad. Además, también es posible que den pie a nuevas relaciones tóxicas en el futuro.
En otros casos las personas comienzan a aislarse a sí mismas y pueden sentir que no son capaces de continuar, pues arrastran una fuerte desesperanza.
¿Por qué me cuesta soltar a una persona?
Hace un tiempo se puso de moda la idea de “soltar” todo aquello que nos hace mal o no funciona. ¿Te pasó alguna vez que alguién te dijo “soltá hermana”, “dejá de darle vueltas al asunto”, “si no te suma, resta” ?, frases célebres de los consejeros seriales si las hay. Sin embargo, en algo tienen razón: la acción de “soltar” busca dejar de sostener algo a lo que le dedicamos mucho esfuerzo, tanto que se vuelve de alguna manera negativo para nuestra salud mental o física. Soltar lleva una cantidad de tiempo que no puede determinarse en un período específico ya que, el proceso de dejar ir un vínculo laboral, amoroso, de ocio o de amistad es independiente de cada persona.
- Entonces, el acto de soltar los vínculos puede implicar el comienzo desde cero, descubrir algo nuevo y salir de la zona de confort.
- Se puede decir que esa es una de las tantas razones por las que cuesta tanto “dejar ir”, pero no la única.
- Según la psicología, el cerebro se acostumbra a una rutina que le genera placer y con tal de permanecer en ese estado, es capaz de encontrar placer en el displacer: algo que sucede cuando se sostienen relaciones que son necesarias soltar.
Del lado de la filosofía, Baruch Spinoza (uno de los grandes racionalistas del siglo XVII) señala que tendemos a pensar que tenemos el control de nuestras acciones y pensamientos, pero en realidad no es así. El filósofo define que esa idea es algo parecido a tener la libertad de elegir qué es lo que queremos pensar cuando lo deseamos. Sin embargo, para Spinoza “la libertad es como el libre albedrío, se opone a la idea de necesidad y determinismo” de cada persona.
Por ende, no podemos controlar los pensamientos y emociones en su totalidad. Además, Spinoza sostiene que “si todo lo que sucede en el universo ocurre según la cadena necesaria de causas y efectos, no tendría sentido hablar de libre albedrío”. En otras palabras, si se decide cortar algo de raíz, no necesariamente se dejará de sentir la ausencia, la tristeza y todas las emociones necesarias al otro día porque simplemente es lo que se decide.
Asimismo, el influencer @eiomoldavsky habló de la idea de “soltar” en su cuenta de Instagram y señaló que, “según Spinoza, el problema surge del recuerdo que nos hace querer volver a ese momento en el que fuimos felices porque ese estado nos hace perseverar en nuestro ser”.
Entonces, las reflexiones de ambas perspectivas pueden desembocar en la idea de que, aunque soltar implica dejar de vivir aquella felicidad (que ya no existe en su totalidad) y traiga consigo tristeza, es la única manera de avanzar. Dicho de otra manera: dejar de sostener el displacer para someternos a un estado que parece insoportable es necesario para construir nuevos vínculos que generen en nosotros una nueva forma de felicidad.